Cómo evitar la frustración

¿Alguna vez has sentido la sensación de no obtener en la misma medida que das?

Tú y todos.  No es un estado tuyo y así debes entenderlo.  La frustración forma parte de las muchas tendencias negativas que el ser humano sabe sentir con facilidad.  Sin embargo, y por obvio que suene, es importante que hagamos el ejercicio de recordar que pensar en negativo es no poner de nuestra parte.  Por eso, este artículo debes tenerlo a mano.  Porque cuando por causas distintas a las que tú quieres adjudicar tu estado de ánimo, te encuentras cansado, con las defensas bajas o en predisposición de tirar la toalla, vuelve a leerlo.  El primer paso para lograr más es evitar la frustración.

Pero ¿Qué nos lleva a la frustración?  y lo que más te interesa ¿Qué hacen esas personas tan exitosas para lograr todo y no sentirse nunca derrotados por la frustración?  La clave está en lo que visualizamos como objetivo, logro, meta.

Das en función de tu comodidad:  no sigas leyendo.  En tu caso aún debes reforzar tu iniciativa

Das a pesar de tus circunstancias:  bien, no te rindas, tú eres un constructor/a de este mundo y ahora verás cómo debes entender los objetivos que te marques:
¿Qué nos lleva a la frustración?

Buscar objetivos ideales.  Cuando desvirtuamos el término “emprendedor” o “ambicioso” caemos en el error de esforzarnos por metas que no existen, salvo en nuestra mente.  Si buscas la definición de “ideal” te sentirás aliviado porque todo tendrá sentido ahora.

Yo estoy de acuerdo contigo en que hay que buscar siempre más.  Este pensamiento es el motor del esfuerzo y de la mejora en todo lo que hacemos.  Pero cuidado  ¿Qué es más y qué es un sueño inalcanzable?

Imagina a una persona que trabaja en una consultoría fiscal y no duerme apenas para poder trabajar 15 horas al día.  Si la intención es que le regalen un ferrocarril, su meta nunca se cumplirá y se sentirá sumergido en una profunda frustración.  Pero si su meta es promocionarse y ganar más, entonces lo verá cumplido y esto le darás fuerzas para seguir aportando valor a la consultoría.

Por lo tanto:  objetivos inmediatos y posibles.  Poco a poco.  Es más fácil subir tres peldaños y luego otros tres, y así sucesivamente, que pretender subir cinco pisos de un tirón.  de tres en tres llegarás seguro.

Un truco: si puedes subir tres con agilidad, ponte como meta subir cinco.  Si todo el mundo sube cinco, intenta subir siete.  Sólo eso.  Llegarás al quinto piso antes que la mayoría, pero lo más importante:  llegarás.

¿Qué hacen esas personas tan exitosas para lograr todo y no sentirse nunca derrotados por la frustración?

Muy sencillo, ser realistas y claros.  Un ejemplo:  Un jefe de equipos, que marca unas tareas que deben llevarse a cabo.  La frase es “me da igual como lo hagas, eso es cosa tuya, pero esto ahora es prioritario”   Si contara con personas sin límites, sacarán tiempo de donde aparentemente no hay y lo harán.  Si el equipo con el que cuenta es un perfil limitado y que se pone topes, dirán que para hacerlo tienen que abandonar otras tareas.  La respuesta al segundo grupo será retirarle tareas para poder atender las nuevas.  Al primer grupo no se le retirarán tareas.  ¿Justo?  no es cuestión de justicia.

Ahora analiza tu situación personal ¿Cuál es tu objetivo? ¿Lo saben quienes deben proporcionártelo?

La vida no es una ecuación matemática donde el resultado viene por sí solo.  Fíjate un objetivo realista y hazlo saber.  Si tú no dices qué buscas, cualquier movimiento tuyo puede interpretarse de mil maneras distintas pero seguramente totalmente ajenas a lo que tú estás buscando.

Cuando ya tengas claro un objetivo realista y recuerda, cuando lo hayas comunicado

¡ organízate y ve a por ello!