¿Cómo escoger el deporte más adecuado?

Nunca es demasiado tarde para empezar a hacer ejercicio físico, y pocas actividades hay que, en su justa medida y bien gestionadas, sean tan beneficiosas para nuestra salud.

¿Sabías que el ser humano es uno de los animales que más tiempo puede correr?

Quizás no seremos de alcanzar la velocidad punta de un guepardo, ni tener la fuerza explosiva de un león, pero cuando se trata de desplazarnos de un punto a otro, ¡somos incansables! Casi podríamos decir que nuestra especie “está hecha” para migrar largas distancia.

Dejando de lado anécdotas biológicas, está más que demostrada la estrecha correlación que existe entre el grado de inactividad física y la tasa de mortalidad; tan estrecha es que incluso supera a otras condiciones de riesgos como el tabaquismo, la hipertensión arterial o la hiperglucemia.

Más aún, cada vez parece más evidente que el sedentarismo físico al que obliga nuestra sociedad actual es un factor de riesgo para todas aquellas enfermedades que asolan a nuestro primer mundo, siendo la diabetes y la obesidad verdaderas preocupaciones sanitarias . De hecho, “los adultos físicamente activos tendrán probablemente un menor riesgo de fractura de cadera o vértebras. La práctica de actividad física puede aminorar la disminución de la densidad de minerales en la columna vertebral y en las caderas. Asimismo, mejora la masa muscular del aparato locomotor, la fuerza, la potencia y la actividad neuromuscular intrínseca”.

Efectivamente, practicar ejercicio es un complemento perfecto para mejorar nuestra línea y, además, provee innumerables beneficios, tanto físicos, como es evidente, como psicológicos; ¿a que cuando practicas deporte te sientes más animada, duermes mejor, tienes mayor vitalidad e incluso te sientes alegre y con disposición y energía para enfrentarte a los retos del día a día?

Pocos más argumentos se nos ocurren para defender la práctica de un deporte, especialmente si tu objetivo de este año es mejorar tu figura y, por tanto, tu salud; entre las metas orientadas a cumplirlo debe estar la de reservar tus momentos para ejercitarte.

Sin embargo, antes incluso de plantearte si ir al gimnasio o hacerlo en casa, es fundamental recordar las recomendaciones de la OMS en esta materia. Esta organización es toda una referencia cuando hablamos de cuestiones de salud, y para nosotras el deporte es una ayuda para estar más saludables.

¿Cuál es el factor clave que determina cuál es el ejercicio físico más adecuado?

La edad; y tiene lógica, porque las necesidades de un cuerpo en desarrollo no son las mismas que las de uno maduro, ni tampoco las de uno anciano. Y con cuerpo queremos referirnos tanto a los aspectos psicológicos como fisiológicos, porque ya hemos visto que el deporte afecta a ambos.

Si eres adolescente, las mejores actividades son aquellas que favorezcan el desarrollo de un cuerpo en crecimiento y promuevan el desarrollo de la autoconfianza y los vínculos grupales. Así, deportes de equipo y/ o que requieran del uso de varias habilidades serán los idóneos para ti: natación, fútbol, baloncesto, artes marciales, hockey o atletismo están especialmente recomendados por combinar momentos de alta intensidad con otros de trabajo más aeróbico.

La juventud es la época para sentar las bases de cómo será tu madurez, por lo que este momento será ideal para introducir aquel ejercicio físico enfocados en fortalecer tu sistema cardiovascular. Correr, nadar o ir en bicicleta son actividades muy recomendables porque favorecen tu movilidad de forma continuada, pero sin exigir grandes esfuerzos. Aunque parezca irónico, el exceso de ejercicio también es muy contraproducente.

Durante la madurez debemos concentrarnos en mantener los avances ya conseguidos en las décadas anteriores, lo que no es un propósito sencillo porque veremos como la grasa empieza a acumularse por nuestro cuerpo y cada vez es más reacia a salir. Además, si nunca ante habíamos hecho deporte, podríamos tener alguna condición médica que nos dificulte ciertas actividades; por ello, buscar orientación es muy recomendable. Pero no todo son malas noticias, esta es una época donde podremos hacer casi cualquier deporte, desde ejercicios de cardio a entrenamientos de fuerza, además de deportes de equipo o que involucren a todo nuestro cuerpo, como la natación.

Si nos encontramos en la senectud lo más adecuado es fijarnos en aquellos ejercicios que nos ayuden a mantener nuestra resistencia, nuestra fuerza y nuestra flexibilidad. En esta época de nuestra vida es indispensable pedir orientación médica, pues el ejercicio que realicemos debe, si no mejorar, al menos no afectar a las dolencias que podamos tener; y es por eso que la natación es tan recomendable, porque no empeora el desgaste osteoarticular, tan frecuente en estas edades.

Como ves, no hay excusa para introducir alguna de estas nuevas rutinas en tu día a día porque hacer ejercicio está recomendado a cualquier edad y es una herramienta indispensable para mejorar nuestra salud; si la complementamos con una alimentación adecuada enseguida notaremos cambios positivos en nuestro cuerpo y nuestra mente.

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