¿Cómo convertir en permanentes las creencias positivas?

Martín Montequín te ayuda a trabajar la mente con seis consejos para ejercitarla de manera positiva.

Hace un tiempo hablamos sobre las creencias limitadoras, que son el principal responsable de que no cumplas tus objetivos. Ya sabes que esto ocurre porque en algún momento de tu vida se creó cada creencia y tu te has hecho la tuya. De igual modo sabes que eres más que Froning o Khalipa, pero no sabes el día exacto que comenzaste a creer que alguno de ellos es el mejor crossfitter. Así, tal cual, de manera casi idéntica pasa con las creencias que te dicen lo que puedes o no puedes realizar en tu vida. Están ahí, pero son pocas las que sabes el día exacto en el que has empezado a crearlas.

En coaching trabajamos con una base de creencias potenciadoras, lo que viene a ser lo contrario a tus creencias limitantes. Einstein tenía entre tantas teorías una en particular, decía que era más fácil diluir un átomo que una creencia, por eso tu trabajo se trata de crear una creencia nueva con más raíz que la que ya tienes.

El coaching es una de las pocas, o podría decir la única disciplina que tiene el gerundio –ing, y esto no es inocente ya que te invita a no ser algo fijo y estar constantemente evolucionando; transformándote en alguien mejor de lo que eras ayer. Te cuento esto solamente como recordatorio de que tú no eres así, estás siendo así; por tus creencias, por tus opiniones, por tus emociones y por tus experiencias en tu vida. Así que tienes tarea para hacer si quieres mejorar en tu desempeño como crossfitter.

Parte de la tarea que tienes por delante es grabarte en la piel estas 6 creencias potenciadoras:

1 – No existe el fracaso, utiliza todo a tu favor para aprender. Al final de cada wod toma nota de cómo te sentiste y de cómo te querías sentir.

2 – Si quieres ver cambios, actúa. La acción imperfecta es incluso mejor que la inacción. Puedes entenderlo intelectualmente pero si quieres aprenderlo tienes que comenzar a moverte para que tu cuerpo incorpore lo que le quieras mostrar. Si sabes que meditar te ayudará a tu concentración, hazlo, aunque sea un minuto al día.

3 – Tienes todos los recursos que necesitas, o los puedes crear. No hay personas sin recursos, tan sólo hay estados mentales sin recursos. Mi trabajo como coach consiste en mostrarte que tú ya tienes todos los recursos necesarios y están esperando a ser descubiertos por ti.

4 – Tu comportamiento tiene un propósito. Todo lo que creas, sientas y hagas tiene que estar orientado a tu objetivo. Tus acciones no son casuales. Si no se dirigen a tu objetivo, se alejan de él.

5 – Lo estás haciendo lo mejor posible y aún puedes hacerlo mejor. 

6 – Tú eres el responsable de tu vida, creas tu propia realidad. Tener esta creencia de cabecera te da la posibilidad de crear tu propio mapa. En un proceso de coaching trabajamos para que puedas tomar perspectiva y observar cuál es el tuyo. Puede que esos mapas sean buenos y te proporcionen mucha libertad para explorar. O también puede que sean malos, insuficientes y llenos de peligros aparentes, lo que te limita en tus posibilidades.

Si le echas la culpa a Castro que ha puesto para el Evento 2 bicicleta y tú no te has subido a la bici en todo el año, siempre tendrás una excusa para no ganar. A lo mejor te suena de algo esto de echarle la culpa a otro… ¿te acuerdas el 17.1 y las dumbells? Depende que conversación tengas cuando se presenten estas oportunidades tu resultado será uno u otro.

¿Víctima o protagonista? ¿Lo recuerdas?

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