La frecuencia insistente y la inestabilidad de sus síntomas, hacen que esta enfermedad menoscabe, considerablemente, la calidad de vida de quienes la padecen.
Consideraciones generales sobre el síndrome de colon irritable.
Antes que cualquier consideración, es preciso tener en cuenta que las “soluciones” (aparentes) de la medicina convencional, suelen acarrear problemas subsecuentes y cíclicos.
Así, por ejemplo, si en determinado momento se está padeciendo de un cuadro de diarrea (como consecuencia del síndrome de colon irritable) y, para tratarla, se receta determinado medicamento, es muy probable que, al cabo de unos días, sea necesario otro para tratar el estreñimiento.
Si pretendemos, entonces, encontrar un colon irritable cura, es preciso pensar en las opciones que nos brinda la medicina natural que, dicho sea de paso, ha estado mostrando soluciones eficaces para esta molesta patología.
En tal virtud, la “solución” se convierte en una suerte de círculo vicioso de nunca acabar, que termina por involucrar al paciente en una ingesta permanente de fármacos, sin que se avizore una cura para la enfermedad.
No vamos a mencionar, por supuesto, los nombres propios de los medicamentos alopáticos, que se suelen recetar. Sin embargo, y acá está lo más complejo, terminan por presentar efectos colaterales bastante indeseables.
Tal es el caso, de los daños eventuales en el hígado y los riñones. Ahora, ante semejante panorama, mejor será pensar en una cura por vía de la medicina natural teniendo en cuenta, eso sí, que es necesario explorar los hábitos actuales de vida.
Dado que el estrés es el “común denominador” de nuestro tiempo, debemos empezar por aprender a controlarlo. Para tal efecto, tenemos a disposición el ejercicio regular, el yoga, la meditación, la aromaterapia, los masajes con piedras y muchísimas opciones más.
A menos que se trate de patologías psiquiátricas extremas, siempre será mejor explorar estas opciones, antes de someterse a terapias agresivas con medicamentos ansiolíticos y/o antidepresivos.
Adicionalmente, es preciso revisar detenidamente la calidad de la dieta actual, de cara a reducir e, incluso, eliminar algunos alimentos que nos puedan estar irritando el colon.
Continuando con una secuencia lógica y en tercer lugar, deberemos “reemplazar” (por así decirlo) esos alimentos por otros como frutas, verduras, pollo y, en menor medida, pescado.
En vista de que en otra publicación ya plasmamos una dieta específica (para adelantar durante una semana) y, de paso, hablamos de un plan de alimentación subsiguiente a dicha dieta, no consideramos necesario repetirlo.
Entonces, si se lleva una dieta como la citada (con los respectivos ajustes necesarios, para cada caso particular), tendremos el “escenario propicio” para emprender el camino hacia la cura, mediante los siguientes suplementos naturales.
La L-Glutamina: colon irritable cura
Se trata de un compuesto que ayuda a regenerar los tejidos dañados, en virtud de lo cual se le ha empleado, con buenos resultados, en el tratamiento de algunos tipos de problemas gastrointestinales.
En lo que respecta, específicamente, a las úlceras pépticas, la L-Glutamina ha mostrado resultados sorprendentes, como coadyuvante de otros medicamentos.
Para el caso del colon irritable, este compuesto puede revestir las mucosidades intestinales desgastadas y, de paso, reparar algunos daños causados en las paredes de los intestinos mismos.
De otro lado, tenemos el Citrato de Magnesio, que se puede encontrar en varias presentaciones comerciales (en tiendas naturistas) y, además, en algunos alimentos como es el caso del trigo, el arroz, las alubias, las lentejas, las avellanas y las almendras.
Siguiendo, entonces, con la secuencia que hemos presentado, el colon irritable cura será posible. Solo se trata de ser un poco disciplinados y consecuentes con la necesidad de deshacerse de una afección tan molesta.
Yo pude eliminar de mi vida los problemas asociados al colon irritable PARA SIEMPRE. Si tienes 3 minutos, te invito a leer mi experiencia personal con el único método 100% natural contra el colon irritable.
Se despide hasta una nueva entrega, tu amigo y servidor.
Alejandro Martin Freytes
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