CALOR DE HOGAR

Parece fácil, pero la verdad es que sobre todo, es cuestión de dedicación. No tanto de tiempo (ese agente del que todos estamos tan escasos, sin excepción, me atrevería a decir) como de ideas. Dicen los artistas que la inspiración les llega trabajando. Lo mismo pasa con el hogar. También el "calor", pasa casi siempre por el calor de la cocina, por ejemplo. Y es que para que unos ladrillos se conviertan en hogar, hay que llenarlos de momentos.
Son muchas horas del día las que pasamos fuera de él, y si no estamos dispuestos a "habitarlo", cada vez nos costará más tiempo identificarnos con él... Hacer un lugar donde estar con la gente que queremos. Al final, siempre perdemos nosotros.
Pero el tiempo dedicado a pensar es grande, muy grande: ¿Cuánto dedicamos a hablar sobre una u otra serie de televisión, a contestar mensajes de W.App, por decir algo? El tiempo es oro, también para la familia. Invertir en "pensar" sobre las cosas que podemos hacer, no tiene momento, y sin embargo, llevar a cabo las acciones, no suelen ser tan "caras": pensar una receta distinta de pasta, o lavar unas cortinas, o comprar unas servilletas de colores alegres.
Feliz semana.

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