Seguramente hayas oído hablar de él, bien porque lo padeces, o bien porque le ha tocado a alguien de tu entorno.
Si es la primera vez que oyes su nombre o no sabes exactamente de que va, no te preocupes! Para eso estoy aquí!
Se trata de un hábito involuntario e inconsciente (en la mayoría de los casos) que hace que ambos maxilares se junten con fuerza y se produzca un "rechinamiento" de los dientes. Que no es más que un "frotamiento" de dientes con movimientos de vaivén de delante hacia atrás.
Normalmente se produce por la noche y es tan molesto para quien lo padece como para quien pasa el mal trago de oír el ruido que el bruxismo provoca.
Por su puesto y como siempre aclaro en mi blog, es el especialista quien hará un diagnóstico y te dará las pautas para tratar el problema.
Cuáles son los síntomas de alarma?
Desgaste del esmalte dental.
Sensibilidad dental
En algunos casos, fracturas longitudinales de los dientes.
Aumento de la movilidad dentaria.
Dolor de cuello y/o de cabeza
Dolor de oído
Contractura y tensión de los músculos masticadores
Insomnio
Estrés, ansiedad y tensión.
Si se dan varios de los síntomas mencionados anteriormente es aconsejable que acudas a la consulta de tu dentista de confianza y le informes de ello para que pueda darte las opciones de tratamiento necesarias.
Mientras tanto puedo darte algunos consejos que te ayudarán a aliviar la contractura muscular y el dolor articular:
Intenta, en la medida de lo posible, hacer dieta blanda.
Evitar masticar chicles o alimentos que requieran un esfuerzo masticatorio.
Abrir mucho la boca, como por ejemplo, para bostezar, no es aconsejable. Este esfuerzo supone una carga para la articulación temporomandibular.
Para relajar los músculos de la cara y cuello se puede aplicar calor en la zona.
Un fisioterapeuta podrá tratar con masajes la zona contracturada.
Usar férula de descarga (recetada y diseñada por un dentista). Se trata de un dispositivo usado generalmente por las noches para evitar rechinar los dientes.
Disminuir el estrés en la medida que esto sea posible y realizar actividades que faciliten la descarga de tensión.
Hay que destacar que no se trata de ningún trastorno que invalide a quien lo padece. Pero hay que saber que cuanto antes se trate mejor.
No hay que preocuparse; aunque sí ocuparse!
Hasta el próximo post!
Fuente: este post proviene de Cuidando tu boca, donde puedes consultar el contenido original.
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