Ansiedad al examen de conducir: cómo calmarla antes de empezar

Hablando de ansiedad

Como sabemos, la ansiedad es una respuesta adaptativa ante situaciones que percibimos como una amenaza o peligro. La ansiedad prepara al cuerpo para defenderse y reaccionar para sobrevivir a ese momento, por eso es adaptativa.

De este modo, todos en algún momento de nuestras vidas hemos podido experimentar síntomas de ansiedad, tales como nerviosismo interno, sensación de falta de aire, aceleración corporal, temblor de manos que vamos manejando hasta que esas sensaciones tan intensas acaban descendiendo

Ansiedad al examen de conducir

¿Qué ocurre en nuestra mente y en nuestro cuerpo cuando sentimos ansiedad al examen de conducir? Es común cuando hablamos entre nuestros amigos y familiares, recordar el examen de conducir con nervios, inquietud, miedo a suspender, incluso personas que necesitan tomar algún fármaco o valeriana para regular el nerviosismo.

Con cierta distancia lo contamos de una manera relajada, alguna anécdota graciosa, cómo era el examinador que nos había tocado, hablando de los fallos que cometimos, de lo injusto que nos pareció el suspenso o en cuántos intentos y sus respectivas clases tuvimos que hacer.

En todas estas situaciones y dependiendo de nuestra situación personal, seguro que recordamos los nervios que experimentamos y cómo nos temblaba el pedal.

Estas sensaciones de ansiedad al examen de conducir son comunes y adaptativas ¿por qué?

El enfrentarnos a una situación de examen (ya sea de conducir o de colegio, instituto, universidad), nos enfrentamos también a un momento de evaluación, y por tanto, nos sentimos mirados, examinados, exigidos sintiéndonos inevitablemente activados e inquietos.

En el caso además del examen de conducir, el suspender también implica más inversión económica, seguir dando clases hasta el siguiente intento, a la vez que ansiamos obtener el carné, querer su independencia, la ilusión de poder tener un coche más adelante

Una vez que llevas un tiempo conduciendo, los pasos se “automatizan”, por lo que no tenemos que repetirnos qué marcha toca ahora, o si la señal de la derecha indica prohibido pues sentimos que fluye más la conducción, vamos más relajados e incluso disfrutando en ocasiones. Pero en el momento del examen, aún no hemos desarrollado esas destrezas, aún no hemos definido nuestro estilo de conducir, por lo que tenemos que prestar atención a muchas cosas a la misma vez, si a esto le sumamos la presencia del examinador observando, analizando y evaluando cada gesto que hacemos, la presión y el nerviosismo aumentan.

Decíamos que la ansiedad es la respuesta que surge ante una situación de peligro, tanto real como la interpretación psicológica de que lo es. En el caso de un coche y la carretera, llevamos años viendo anuncios de televisión donde nos muestran accidentes o en nuestro día a día seguro que hemos conocido a alguien que ha tenido algún pequeño golpe o incluso nosotros mismos yendo de acompañante. De esta manera nuestro sistema defensivo se activa, poniéndonos en alerta, los reflejos están despiertos para prestar atención a todo ello, de la manera más segura posible.
Por ello es común y natural que surjan sensaciones de inquietud, nerviosismo y miedo, incluso sensación de no control en ocasiones (no todo lo que ocurre en la carretera depende de nosotros)y decimos que es natural porque hablar de ello también lo es, así como sentirnos comprendidos cuando expresamos las emociones relacionadas.

Si estas sensaciones de ansiedad al examen de conducir dejan de ser tan adaptativas y se vuelven más intensas, llegando incluso a paralizarnos y bloquearnos desde Psicomaster te acompañaremos a entender tu ansiedad y trabajar con ella, regulando y desbloqueando las sensaciones que estés experimentando, diseñando un programa personalizado para ti.

Tips para calmar la ansiedad al examen de conducir

ANTES DE

-Primero de todo, conocemos nuestras reacciones corporales y seguro que si nos paramos un poco, podremos descubrir y rescatar las estrategias y “trucos” que nos ayudan cuando nos encontramos en una situación similar y que hemos ido aprendiendo con el paso de los años. Por ejemplo: llevar un amuleto en el bolsillo, no pensar en el examen el día anterior (o por lo menos intentarlo), hacer cosas que nos distraigan, escuchar una música que nos guste, decirnos palabras para infundirnos relajación y suerte, sentir el apoyo de nuestros amigos y familia Todas estas estrategias nos aportan seguridad y confianza, componentes clave para afrontar el examen con las reacciones naturales.

Seguimos con los tips (valora cuáles te ayudan más, sabemos que cada uno tenemos nuestras propias formas de afrontamiento):

–Técnicas de relajación: puedes escuchar una música relajante mientras haces respiraciones profundas o piensas en un paisaje que te ayude a descentrar la atención en la ansiedad.

–Ejercicios de atención plena, es decir, centra tu atención en el momento presente y no en lo que vendrá. Si estás dando un paseo, fíjate en todos los detalles del ambiente, el color de los árboles, de los edificios, la gente que va caminando y en actividades cotidianas como lavarte los dientes, toma plena conciencia de ese momento, de qué color es la pasta de dientes, a qué sabe, notar el cepillo en cada diente de esta manera estaremos entrenando nuestra atención para que en el momento de ansiedad ante el examen de conducir dejemos al margen los pensamientos negativos o preocupaciones, centrándonos paso a paso en la conducción (cuando estamos nerviosos o con ansiedad la atención suele verse afectada, por lo que estos trucos te ayudarán a que la atención vaya dirigida al examen). En ese momento sólo existe el examen, ya haremos análisis y resolveremos los problemas cuando acabemos.

-Cuidado con la rueda de los pensamientos catastrofistas y negativos ya que cuando aparecen nos dicen palabras desagradables sobre que “no seremos capaces”, “que saldrá mal” o cosas por el estilo. Sólo son pensamientos, déjalos estar, no entres en hablar con ellos y llegará un momento que no harán tanto ruido.

-Nunca nos olvidemos de los mensajes en positivo y de ánimo, escríbelos en un papel, repítetelos a ti mismo cuantas veces necesites y recuerda, eres mucho más que un resultado, vales mucho.

-Al comienzo decíamos que el examen es una situación de evaluación y exigencia, por lo que también pueden despertarse recuerdos previos en los que nos hemos sentido así, mensajes que nos mandaron y se quedaron impregnados en nuestra autoestima o una serie de creencias por eso, y si percibes que algo así puede estar obstruyendo el camino, no dudes en contactar con nosotros para acompañarte en este proceso terapéutico.

DURANTE

-Recuerda lo que hemos trabajado antes, las clases que hemos tenido, los trucos que hemos desarrollado, los mensajes que hemos escrito en el papel, las respiraciones conscientes y ¡créetelo, tú puedes hacerlo!

DESPUÉS

Sea como sea y haya salido como haya salido, cuida las palabras hacia ti mismo, calma la autoexigencia y la presión. Está bien, has conseguido vencer el miedo y te has enfrentado, ¡tienes que estar orgulloso por ello!

Si el resultado es apto: celébralo con ganas y disfrútalo.

Si el resultado es no apto: rescatamos lo anterior, no nos digamos palabras cuestionadoras o desagradables a nosotros mismos. Tómate el tiempo que necesites para calmarte y pensar con perspectiva lo que ha ocurrido. Cuando te encuentres más tranquilo/a, evalúa el examen (seguro que tu profesor te podrá ayudar) y recoge esas ideas para el siguiente intento. Recuérdate lo valiente que has sido y que en ocasiones, no todo sale ni a la primera ni como esperamos que salga. Permítete enfadarte, ponerte triste o las emociones que afloren, están bien y es natural. Traza alternativas para la próxima vez y rescata tus trucos de apoyo, ¡lo conseguirás!

Autora: Ana Muñoz Míguez (Psicóloga de Psicomaster)

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