Juegos online desde tu Smartphone:
Si estabas pensando en entrar a tus redes sociales para compartir contenido o darle “Like” a la fotografía de uno de tus compañeros, déjalo para más tarde. Podrías comenzar con algo diferente que te haga disfrutar un poco más, y conseguir una ganancia más importante. Estamos hablando de un casino online: ¿no te lo esperabas? Con dinero ficticio y un poco de constancia, podrás participar en ruletas gratuitas, así como en giros gratis, si lo que te gustan son las tragaperras. Y en el futuro, quizás, te aventures a apostar dinero real y conseguir dinero (también real).
Series de televisión:
Si señores, estamos en la era de las series y el contenido bajo demanda. Y no solo las cadenas tradicionales, sino también las plataformas como Netflix se han atrevido a darle al consumidor un poco de lo que siempre ha querido: variedad, calidad y la oportunidad de verlo todo de inmediato, sin tener que esperar la programación habitual. Puedes probar con algunas de las más nuevas (como la segunda temporada de Stranger Things) o irte un poco más a los “clásico” de manos de HBO con Game of Thrones. Si al mundo entero le ha encantado, ¿por qué no a ti?
Leer un libro:
Y que no suene monótono. El hecho de que la tecnología nos llame por todos lados, no quiere decir que debamos olvidarnos de los mundos fantásticos que se encuentran allí. Además hay muchas facilidades actualmente, puedes decirle a tu proveedor que elija la opción de “audio-libro” y ni siquiera tendrás que poner los ojos en el papel: las máquinas lo harán por ti. Podrías leer una trilogía de aquellas que se han vuelto película, o irte por el lado de las comedias románticas que siempre nos hacen sentir algo, o apostarle a un thriller adictivo que no te deje parar un solo segundo.
Actualiza tu CV:
Si quieres invertir tu tiempo en algo más productivo, podrías pensar en hacer una hoja de vida (curriculum vitae) impresionante: deja atrás el estilo “Word” e inyéctale un poco de creatividad. Habla de ti seriamente y resalta lo que puedes hacer por la empresa. Además, y si no estás conforme con tu trabajo, podrías navegar en internet y hacer unas cuantas llamadas: nunca sabes si encontrarás un mejor empleo.
Cocinar:
¿Hace cuánto que no abres el recetario? Intenta hacer algo diferente. Pide un domicilio con los ingredientes de ese postre que has querido probar o fríe algo que comúnmente se cocina en gigantescas ollas. Por cierto: si no te parece entretenido, deberías meterte a internet al blog de los chefs más populares de tu país. De seguro tienen preparaciones rápidas, económicas y que cualquiera podría hacer desde casa.
Ingresa a un curso de inglés:
Puede ser un buen momento para que inicies tu proceso de aprendizaje en otro idioma, como el inglés, por ejemplo. Y más adelante poner en tu hoja de vida que tienes cierto nivel por más básico que sea. Las empresas valoran los procesos de aprendizaje extra-laborales y muchas veces contratan a aquellos que llevan cursos (así no sean oficiales), en comparación de los que no lo han intentado.
Comienza a seguir un blog:
Te sorprenderías al saber la cantidad de personas que tiene un blog sobre lo que te gusta: animales que viven en la parte más profunda del mar; clubes para jugadores online; amantes de los deportes aéreos… siempre podrás encontrar cosas interesantes y conseguirás una muy buena respuesta de parte de comunidades online.
Lo has visto: estar en casa no tiene por qué volverse una tragedia: estás allí y buscar la forma de divertirte y pasar el tiempo, es lo que en realidad importa.