1. ¿Por qué estudiamos fisioterapia?
Esta pregunta es válida para cualquier carrera o actividad estudiantil, incluso laboral. La base está en tener en claro el motivo que nos lleva a estudiar una carrera. Hay quienes eligen porque saben que les gusta mucho lo que van a hacer, otros que lo hacen pensando en la salida laboral. Lo importante es analizar el contexto en el qué te encuentras y los motivos por los cuales quieres elegir fisioterapia.
2. ¿Para qué buscamos ser fisioterapeutas?
Muy relacionada con la primera pregunta, esta segunda cuestión apunta a los objetivos que tienes con la carrera. Lograr alinear las expectativas y la realidad es clave para entender los alcances que tendrá nuestra elección de carrera. Infórmate muy bien antes de elegir, busca las áreas en las que podrías trabajar y te gustaría desempeñarte, y averigua si es fácil o no conseguir trabajo allí. Es común encontrar gente que luego de estudiar fisioterapia se frustra porque no logra conseguir trabajo en centros de salud o en la disciplina específica que buscan. No dejes que esas sorpresas te condicionen al elegir.
3. Aprovecha la blogesfera sanitaria para formarte
No esperes a que empiece la carrera para leer e informarte. Hoy por suerte hay varios sitios web con información seria, responsable y actualizada sobre los principales temas de la fisioterapia. Puedes aprender sobre ejercicios, sobre biomecánica o sobre el cuerpo humano en general y nutrir tus conocimientos básicos para que, al empezar la carrera, tengas algunas de las herramientas intelectuales a tu disposición. Además, si tienes conocimiento de inglés puedes acceder a papers y publicaciones internacionales con avances y novedades que tardan un tiempo en salir en español y llegar al resto del público interesado.
4. Practica lo más que puedas
La fisioterapia es una profesión que requiere mucha práctica para un mejor dominio de las técnicas y ejercicios. Siempre puedes acercarte a los centros de salud a ver cómo se desempeñan los profesionales u ofrecerte como voluntario para aprender y entrenar de la mano de otros expertos en diferentes instituciones que trabajen con fisioterapeutas profesionales.
5. No hay que confundir fisioterapia con masajes
Un error muy extendido que hay que eliminar es el de considerar al fisioterapeuta como un masajista. Es importante tener un pequeño discurso para explicarle a la gente que ve ambas disciplinas como idénticas. Se trata de poder explicarles las diferencias en formación y alcances de cada uno. No te enojes con esas personas, no es su culpa no conocer las diferentes.
Estos trucos te ayudarán a elegir mejor tu carrera y a seguir entrenando y formándote como fisioterapeuta aprovechando al máximo las posibilidades tecnológicas y de formación que existen en la actualidad.