Primero exponeros que los cálculos o piedras son depósitos duros que se forman dentro de la vesícula biliar, pueden ser tan pequeños como un grano de arena o tan grandes como una pelota de golf, y suelen conllevar grandes dolores para el paciente.
La causa de los cálculos biliares puede ser de distinta índole. Básicamente hay dos tipos:
Cálculos compuestos de colesterol, los más comunes. Estos no están relacionados con los niveles de colesterol en la sangre.
Cálculos compuestos de bilirrubina. Se presentan cuando los glóbulos rojos se están destruyendo y hay demasiada bilirrubina en la bilis. Visto lo anterior, y puesto que la mayoría de los casos las piedras están compuestas por colesterol , lo primero que hay que corregir es la dieta, que ha de ser rica en fibra, frutas, verduras, y lecitinas, evitando las grasas de todo tipo. Yo aconsejo a que si tienes este problema comas una manzana al día, para asegurar la salud de tu vesícula.
Nos apoyamos en la fitoterapia, utilizando plantas que ayuden al hígado y a la vesícula biliar a mejorar su funcionamiento, como el cardo mariano, la alcachofa, la chia, la lecitina de soja o la hierba llamada rompepiedra (Lepidium latifolium), ésta última le ha resultado a mis pacientes muy útil, para aliviar su problema, ya que tiene unos principios activos que colaboran con la trasformación de sustancias tóxicas en el organismo haciéndolas más solubles y fáciles de ser eliminadas, mejorando en poco tiempo su estado. Esta hierba es un gran dexintoxicante del organismo.
A todo lo anterior le acompañamos varias sesiones de semanales de reflexología podal, en las que pusimos hincapié en tratar los uréteres, la vejiga y los riñones.
El resultado fue que entre cuatro y seis semanas la mejoría fue muy notable, experimentandose prácticamente desde las primeras sesiones, pudiendo estas personas mejorar su calidad de vida de forma notable.