Y es una creencia negativa y muy frecuente el considerar a la tristeza, la apatía y demás parientes como debilidad. Y por ello muchos lo viven en silencio, dejando pasar el tiempo hasta que se transforma en algo peor.
Obviamente cuando se decide buscar ayuda, la persona descubre que gran parte de la solución está en reconocer que hay un problema. Que eso no te hace menos que los demás. Que tu también vales la pena. Que mereces ayuda, que tienes derecho a sentir.
El resto es iniciar el camino necesario para resolver lo que esté pendiente. Sin culpa, sin victimizarse, simplemente siendo tu.