Os cuento,
Cuando recibí mi diagnóstico me encontraba en un estado de estrés exagerado, a mi madre acababan de diagnosticarle una enfermedad terminal (nada relacionado con la artritis). Según mi reumatóloga, la artritis puede aparecer antes o después dependiendo mucho del estado emocional. Si estas pasando por un momento de estrés emocional muy fuerte, esto puede hacer que la AR haga su aparición antes de lo previsto.
Le encontré su lógica, por lo que os comento, mi estado anímico era muy inestable y el hecho del diagnóstico de la AR obviamente no lo hizo mejorar, empecé con mi primer brote acompañado de una gran depresión, de la que no conseguía salir a pesar de ir mejorando con la medicación.
A partir de ahí cada dolor iba acompañado de una profunda tristeza, y con continuos pensamientos de porque a mi? no puedo estar enferma para siempre! no quiero estar enferma, todo pensamientos bastante negativos, de hecho tengo que reconocer que hasta hace poco, sentía mi AR como un enemigo, como algo que no me pertenecía ni merecía tener, por lo tanto no formaba ni quería que formase parte de mi vida. Me creaba un rechazo que hasta hace poco con mucha terapia no había conseguido entender…
Creo que todo enfermo pasa por las cinco fases de Kubler Ross, que son:
1: Negación – “Me siento bien” “esto no me puede estar pasando a mi”
2: Ira – “¿Por qué a mí? No es justo! “¿Como me puede estar pasando esto a mí?”
3: Negociación – “Dios déjame vivir al menos para ver a mis hijos graduarse”
4: Depresión – “Estoy tan triste,¿Por qué hacer algo? voy a morir! ¿que sentido tiene?
5: Aceptación – “Esto tiene que pasar, no hay solución” ” no puedo luchar contra la realidad”
Y yo me arriesgo y añado uno mas,
6:Curación – “Haré todo lo que esté en mi mano para curarme”
Para llegar a estas conclusiones he necesitado terapia, no me avergüenza reconocerlo, en absoluto, de hecho creo que todos la necesitamos o deberíamos hacer en determinados momentos de nuestra vida, hay situaciones que nos superan que incluso en ese momento podemos no darnos cuenta de la mella que llegarán a hacer en nuestra salud psicológica, y a la larga todo acaba saliendo por algún sitio.
La terapia Gestalt me ha ayudado a entender entre otras muchas cosas, que la AR estará conmigo por un tiempo “indeterminado”¿y porque no aceptarla?Es mas fácil vivir con esta condición aceptándola, y no en guerra constante contigo mismo.
Por alguna razón somos portadores de esta enfermedad, por algún motivo nos ha tocado, quizás porque somos lo suficientemente fuertes como para superarlo, quizás porque la vida nos lo ha puesto como una lección, la cual debe hacernos sentir orgullosos todos los días de nuestra vida.
Pero esto no significa que debamos cruzarnos de brazos y aceptar que es para siempre, lo será solo si tu lo quieres, la mente es algo maravilloso, que tiene las herramientas necesarias para hacer posible cualquier cosa, por inimaginable que parezca, si puedes imaginarlo, puedes crearlo.
Fuente: este post proviene de ARTRITIS NATURAL, donde puedes consultar el contenido original.
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