Aunque la secreción abundante es relativamente normal en algunos casos, a menudo puede indicar la presencia de un problema subyacente más grave que necesita ser tratado inmediatamente. La pregunta es, ¿cómo saber si el moco vaginal abundante es normal o es un motivo de preocupación? Si estás padeciendo este problema desde hace ya algún tiempo, entonces debes seguir leyendo este artículo.
Flujo vaginal: ¿Cuándo abundante es demasiado abundante?
Antes de llegar a conclusiones, es importante preguntarse si el flujo realmente es muy pesado.
El flujo vaginal es producido por las glándulas que se encuentran dentro del cuello uterino y la vagina. Cumple una función de limpieza muy importante. Normalmente la vagina expulsa alrededor de 2 gramos de flujo todos los días, aunque esta cantidad varía de mujer a mujer y dependiendo de algunos factores, como el momento del ciclo menstrual en que se encuentra y los niveles de estrógeno que haya en su cuerpo. Teniendo en cuenta este detalle, podemos entender por qué algunas mujeres tienen más flujo y otras ni siquiera lo notan.
El flujo vaginal tiende a ser mucho más pesado si:
Estás ovulando: los niveles de estrógeno comienzan a aumentar unos pocos días antes de ovular, y alcanzan su pico más alto justo en el día en que se libera el óvulo, causando una gran cantidad de secreción clara y acuosa.
Estás embarazada: tu cuerpo produce más flujo durante el embarazo como resultado del aumento en los niveles de estrógeno. Esto ayuda a mantener las infecciones bajo control y mantiene tu sistema reproductivo saludable.
Tus niveles de estrógeno son naturalmente más altos: algunas mujeres tienen mayores niveles de estrógeno, incluso si no están ovulando o embarazadas. Si este es el caso, entonces es probable que experimentes un período más fuerte, así como mayor cantidad de vello corporal en ciertas áreas.
Si nada de esto se aplica a ti, entonces es probable que se trata de una infección vaginal.
Causas infecciosas de la secreción vaginal abundante
La infección por levaduras
Puede decirse que este es el tipo de infección vaginal más común. Es causada por un crecimiento excesivo de organismos Candida albicans en el medio vaginal. Si las buenas bacterias vaginales, por ejemplo los lactobacilos, son superados en número por los organismos Candida, el resultado es una candidiasis o infección por hongos.
Los síntomas de la candidiasis incluyen secreción blanco y espeso, con olor fuerte, picor, hinchazón y enrojecimiento de la vulva, ardor al orinar y molestias durante las relaciones sexuales. En casos muy raros la infección puede transmitirse por vía sexual, pero no está catalogada como una ETS.
Puedes desarrollar la candidiasis si:
tomas antibióticos sin ninguna protección con probióticos (por ejemplo con suplementos probióticos)
comes alimentos muy azucarados o mantienes una dieta poco saludable
tienes el sistema inmunológico débil
usas productos de higiene muy perfumados que interfieren con el pH ácido natural de la vagina
La vaginosis bacteriana
El segundo tipo de vaginitis más común es la vaginosis bacteriana. A menudo es similar a la infección por levaduras en algunos aspectos, pero sus características más notables son el flujo blanco lechoso o grisáceo y acuoso, con un olor muy desagradable que es más notable después de las relaciones sexuales. A diferencia de la infección por levaduras, la vaginosis bacteriana no suele causar molestias como picazón, ardor o hinchazón.
La gonorrea
Una enfermedad de transmisión sexual frecuente, la gonorrea es responsable de causar secreción vaginal blanca o amarilla, espumosa, con mal olor, picor, hinchazón y enrojecimiento de la vulva, sangrado entre períodos, ardor al orinar y dolor durante las relaciones sexuales. A veces puede transmitirse fácilmente mediante el contacto de la zona genital con superficies infectadas, como toallas, trajes de baño o ropa interior.
El tratamiento de la gonorrea a tiempo es fundamental para evitar complicaciones como la enfermedad pélvica inflamatoria e incluso la infertilidad.
La tricomoniasis
La tricomoniasis puede causar una amplia gama de síntomas, similares a la infección por levaduras y la gonorrea. Sin embargo puede provocar síntomas particulares como el flujo vaginal verdoso y los sangrados. Si no se trata a tiempo, la tricomoniasis puede hacerte más susceptible al VIH y debilitar tu sistema inmune a largo plazo.
Ten en cuenta que como la mayoría de los planes de tratamiento para la tricomoniasis se basan en antibióticos, deberás tomar un suplemento probiótico para evitar la aparición de una posible candidiasis.
Flujo abundante durante el embarazo: ¿normal o no?
Si tu descarga vaginal es particularmente pesada y ya estás embarazada, presta atención a sus características (color, textura y olor). Si el flujo es claro o ligeramente blanquecino, acuoso y tiene poco o ningún olor, entonces se considera normal. Estarías en presencia de la llamada leucorrea, la cual seguirá aumentando durante todo el embarazo.
Si se trata de un flujo con mal olor, color inusual y se acompaña de otros síntomas como los descritos anteriormente, acude al médico para recibir tratamiento de inmediato, de lo contrario tu bebé puede estar en riesgo. Es buena idea obtener chequeos regulares sólo para asegurarte de que tú y el bebé están sanos.