Reinventarse y emprender desde el extranjero

home-office

Hoy os traigo una entrada de María Mikhailova, una excelente coach que se reinventó profesionalmente y al igual que yo trabaja desde el extranjero

Se suele decir que reinventarse profesionalmente o emprender nos pone a prueba. Y puedo asegurar que es así sin lugar a dudas, al menos en mi caso. ¿Qué tal si le añadimos un ingrediente más: reinventarte profesionalmente y emprender desde el extranjero? En este caso obtenemos un cócktel aun más potente. Y lo es básicamente por una razón muy clara: tanto cambiar de profesión o de vida, como emprender o empezar de cero en otro país requiere una dosis triple de coraje para abandonar de forma indefinida tu zona de confort.

Y más todavía si has vivido los últimos 7 años trabajando en una multinacional, sin apenas responsabilidades y un horario bastante cómodo, yendo a casa todos los días a comer, porque tenías tu oficina a 5 minutos en coche.

Y de repente surge el cambio: primero empiezas a trabajar en una empresa de publicidad alemana, donde te sientes un bicho raro por no entender a tus compañeros. Tienes que poner en práctica tu oxidado inglés para estar a la altura del puesto. Aprender alemán. Conocer gente nueva. Lidiar con la burocracia germana. Acabar tu contrato y buscar desesperadamente otro trabajo. Acogerte a un trabajo cualquiera (como por ejemplo medir estanterías en los supermercados) para salir del paso. Y de un día para otro te das cuenta de que aquella zona de confort en la que vivías tan cómodamente instalada durante años y años no es más que un recuerdo lejano y borroso que ya no forma parte de tu realidad.

Pero entonces, por si todo aquello no fuera suficiente, tu vida personal te empuja de nuevo a emigrar a otro país. Empiezas a considerarte nómada de por vida. Y no encuentras trabajo. El alemán que llegaste a dominar en parte sólo puede ayudarte a descifrar cartas o carteles en holandés. Tu inglés, bastante mejorado ?hay que decirlo? vuelve a ser tu idioma principal pero vuelves a sentirte aislada de nuevo. No encuentras trabajo y decides emprender, aunque esto suponga poner patas arriba toda tu vida y convertir la incertidumbre en tu mejor aliada.

Imaginaréis que ésta es mi historia: una Coach emprendedora, novata y nómada, como recientemente me he autodefinido. Mi oficina son bibliotecas varias llenas de estudiantes holandeses y extranjeros, cafeterías con música en alto, mi MacBook Air y una conexión WiFi. Sí, hay otra forma de reinventarse: online y desde el extranjero. Y ofrece muchas oportunidades de crecimiento, aunque también muchas horas de sacrificio: soledad, disciplina, motivación, constancia, estrategia y tener el enfoque muy claro.

Pero también es un estilo de vida que está surgiendo en esta nueva era de hiperconexión y deslocalización. La sociedad va avanzando a un nuevo paradigma de trabajo, la llamada sociedad post-trabajo, como menciona el reconocido blogger, Enrique Dans, en uno de sus recientes artículos. Estamos ante una tendencia en la que el trabajo, poco a poco, va a dejar de verse como sacrificio u obligación, pasando a ser la base de nuestra autorrealización tanto a nivel personal como profesional.

La nueva era a la que nos estamos enfrentando permite que, sea cual sea nuestro lugar de origen o nuestra capacidad económica, tengamos la oportunidad hasta ahora inexistente de dar a conocer lo que hacemos con una simple conexión WiFi. Y emprender online va muy en línea con este concepto. Se trata de ser cada uno nuestra propia empresa, nuestra marca personal, y ofrecer nuestro trabajo desde cualquier rincón del mundo gracias a las infinitas posibilidades de Internet. Y por ello, el estar físicamente en una oficina o incluso en un determinado país ya no es estrictamente necesario.

En cualquier caso, salir al extranjero para emprender puede suponer para muchos un verdadero reto, sean cuales sean las razones que nos hayan hecho emigrar. Pero vivir en lugares lejanos a nuestro hábitat natural puede servirnos de gran aprendizaje porque empezamos a conocer nuestros verdaderos límites y nos enfrentamos a nosotros mismos:

Adaptación a una cultura nueva. Nunca es fácil al principio, es algo que ya he vivido en al menos 3 ciudades extranjeras distintas. En mi caso particular, suelo pasar por 4 etapas de asimilación a la nueva cultura: asombro, rechazo, aceptación e integración. Ahora mismo me estoy encontrando en la tercera fase.

Flexibilidad frente a lo nuevo y desconocido. Es parte del propio proceso de adaptación. Tienes que ir dejando de lado tus propias reglas, el comparar continuamente lo nuevo con lo que conoces de tu propio país, aprender a cambiar y ajustarte a las nuevas reglas de juego en tu nuevo lugar de residencia.

Superación de miedos (especialmente miedo al rechazo y al cambio). Miedo a hablar en otro idioma que no dominas, miedo a cometer fallos o quedar en ridículo por desconocer cómo funciona tu nuevo país, miedo a no ser aceptado como eres por personas con las que no compartes la misma lengua o a quienes no entiendes del todo. Cuando te ves obligado a salir de tu zona de confort, no te queda más remedio que enfrentarte ?con éxito? a tus miedos.

Aceptación de mis limitaciones y la incertidumbre. Aceptar es para mí una de las palabras clave, y en este artículo Álvaro explica muy bien la importancia de la aceptación. En cuanto aceptamos algo que no podemos cambiar, es como si todas las piezas del puzzle empezaran a encajar de repente. Al estar expuestos a lo nuevo, a lo desconocido y lidiando con nuestras propias limitaciones, al final la mejor solución que hay es aceptar que todo lleva su tiempo, que habrá que pasar por fases de miedos, incomodidad e incertidumbre, que finalmente irán desapareciendo poco a poco, de forma natural.

Creación de nuevos circuitos neuronales. Salir de la zona del confort es aprender a una velocidad más alta, y por tanto crear nuevos circuitos neuronales que mantienen nuestro cerebro activo y en movimiento. Es curioso cómo al volver a España tras apenas un mes de estar viviendo fuera, da la sensación de que ha pasado muchísimo más tiempo y que tu vida ha cambiado bastante. Esto ocurre a causa de la gran cantidad de experiencias nuevas a nivel geo-espacial, de lenguaje o de interacción con el medio.

Sumergirte en una cultura diferente y entablar nuevas relaciones a nivel personal nos trae grandes enseñanzas, nos hace cuestionar lo que ya sabemos de nosotros mismos o nuestro propio país; incluso nos permite valorar lo que tenemos en España (nuestro sistema de transporte o de salud, por ejemplo, que aunque no sea perfecto, es mucho más efectivo que en algunos países más avanzados económicamente).
Esta es en resumidas cuentas mi experiencia como expat-prendedora, una experiencia muy enriquecedora y que me ha hecho crecer y entenderme mejor a mí misma, enfrentándome a mis limitaciones y aprendiendo a vivir con la incertidumbre, ampliando poco a poco mi zona de confort. Una experiencia que además comparto con Álvaro a quien agradezco la oportunidad de publicar en su blog que me inspira y con el que me siento muy identificada.

La entrada Reinventarse y emprender desde el extranjero aparece primero en Autorrealizarte.

Fuente: este post proviene de Autorrealizarte, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
¿Qué te ha parecido esta idea?
Esta información nunca debe sustituir a la opinión de un médico. Ante cualquier duda, consulta con profesionales.

Esta idea proviene de:

Y estas son sus últimas ideas publicadas:

Recomendamos