La calidad del aire y el medio ambiente que nos rodea es de vital importancia para gozar de buena salud. La Organización Mundial de la Salud (OMS) no deja lugar a dudas con la siguiente definición:
“La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social de la persona y no consiste simplemente en una ausencia de enfermedad o enfermedades”.
Por ello, surge la necesidad de gozar de un ambiente óptimo y una calidad de aire máxima. De hecho, la degradación del entorno da lugar a una disminución en el nivel de bienestar y calidad de vida. Además, favorece el desarrollo de diversas patologías como intoxicaciones, enfermedades respiratorias, cánceres, alergias, etcétera.
La situación ha llegado a tal extremo que los gobiernos de muchas ciudades están limitando el acceso de los vehículos a los centros territoriales. De esta manera, se intenta paliar en cierto modo, las emisiones de CO2 que lanzamos al aire.
De hecho, los diferentes contaminantes ambientales coexisten y es probable que interactúen entre sí. Sus efectos combinados siguen siendo poco conocidos, pero en general afectan negativamente a la salud humana. La exposición varía de uno a otro individuo según su lugar de residencia, su hogar y su entorno profesional.
La importancia de la calidad del aire
Por increíble que pudiera parecer, hay ocasiones en que la calidad del aire dentro del hogar se ve más comprometida que el ambiente externo. Son muchos los contaminantes químicos que empleamos diariamente en la limpieza y mantenimientos.Los productos asociados con los muebles, el bricolaje y las actividades de mantenimiento tienen efectos inciertos para la salud. De hecho, se sospecha que pueden favorecer el desarrollo de efectos cancerígenos, problemas de crecimiento y reproductivos. No es de extrañar si tenemos en cuenta que solemos emplear disolventes, pegamentos, compuestos orgánicos volátiles (COV), fibras minerales y similares.
Además, hay que tener en cuenta la presencia de alergenos domésticos. Entre ellos destacan los ácaros del polvo, el pelaje de las mascotas e insectos como las cucarachas. Tampoco podemos olvidar los mohos, virus y bacterias acumulados en el interior de los hogares. Todos estos factores en conjunto pueden desencadenar reacciones alérgicas (asma, rinitis) o infecciones.
Los diferentes estudios realizados a personas con enfermedades de las vías respiratorias altas y bajas reflejan que su calidad de vida se ve afectada por estos contaminantes. Además de los síntomas específicos que afectan al órgano afectado (nariz, bronquios), hay una procesión de signos generales como la fatiga (astenia), clara fuente de discapacidad en la vida.
Vivir con la nariz continuamente obstruida resulta más problemático que una mera incomodidad. No poder respirar con normalidad afecta a la calidad del sueño, siendo éste mucho menos reparador. Mejorar este síntoma, entre otros, es posible gracias a recursos como la aromaterapia de Sentidea.
Qué hacer para mejorar nuestra salud respiratoria
Una vez que somos conscientes de la importancia de la calidad del aire, llega el momento de ponerse manos a la obra para optimizarlo en nuestros hogares. Por ello, os dejamos una lista con recomendaciones para mejorar la calidad del aire.Evita los contaminantes químicos
Además de prestar atención a los productos de limpieza y mantenimiento, es importantísimo no estar sometido al humo del tabaco. De hecho, el humo de un solo cigarrillo tiene más de 4,000 químicos. Está prohibido fumar dentro de la casa o el coche. No hay que perder de vista el tabaquismo pasivo.Controla los contaminantes de origen biológico
Siempre que puedas, libera tu hogar de plantas, mohos y ácaros. Vigila también el nivel de humedad de tu hogar pues es la causa de su crecimiento y desempeña un papel igualmente dañino en el desarrollo de moldes de moho.Reduce la exposición a compuestos orgánicos volátiles (COV)
Estos agentes están presentes en colas, removedores de pintura, pesticidas, pinturas decorativas, aislantes, barnices Además, a estos COV se le agregan con extremada facilidad el óxido nítrico y el dióxido de nitrógeno emitidos por los aparatos de combustible. Por ello, se recomienda la ventilación matinal de las habitaciones. Eso sí, por unos minutos al día.Limita la exposición a la caspa de los animales
Las mascotas pueden empeorar el cuadro clínico. Dado que eliminar de nuestras vidas a estos seres tan queridos es psicológicamente muy difícil, se suelen prescribir diferentes tratamientos frente al asma y la rinitis que nos producen.Se apuesta por los antihistamínicos, tratamientos locales con aerosoles nasales e incluso la desensibilización por vía sublingual. Estos tratamientos pueden que no resulten completamente eficaces, pero a menudo reducen los síntomas en gran medida.
Estas son las recomendaciones más importantes para mantener una buena calidad del aire de interior. Si ves que respiras con dificultad o se agravan tus alergias, acude a tu médico.