"Nos estamos separando ¿Y ahora qué?"

“No quiero que se traumatice”

“¿Y si ahora empieza a ir mal en el cole?”

“No sé si es el mejor momento para él…”

¿Te invaden estas dudas?

La separación de los progenitores no tiene porqué suponer una situación traumática para los niños. Es más importante el cómo se gestiona dicha situación que el hecho en sí.

Permanecer unidos por más desavenencias que existan, no es en ningún caso la mejor solución. Nuestros hijos requieren de un buen modelo de persona y de pareja para crecer sanos y fuertes.

Os dejo unas pautas breves y prácticas para que podáis encauzar mejor esta situación.

-Comunicad la decisión de separación tan pronto como haya sido decidida por vosotros para ayudar a los niños a asimilar el cambio y así evitar que tengan expectativas o fantasías de reconciliación que podrían acabar por no darse. La decisión ha de ser una situación cerrada para los niños. Por eso, es bueno que evitéis siempre situaciones temporales o de prueba y evitéis discursos poco claros o engañosos.

-Al comunicarlo, no caigáis en comentarios como ¨Los papás se separan porqué no quieren discutir delante vuestro” o “Porqué no quieren que estéis mal¨ ya que los niños pueden sentirse parte del problema y generar sentimientos de responsabilidad y culpa ante la separación de los padres.

-Responded siempre a todas las preguntas o dudas de los niños y evitad minimizarlas. Es importante atender a los sentimientos que puedan estar despertándose entorno a la nueva situación. Protegerles no implica hacer ver que no ha ocurrido nada. Por ello, es bueno que vosotros también podáis expresar vuestras emociones entorno a la nueva situación. Así les daréis permiso para que ellos también lo puedan hacer.

-Hace falta que vosotros, los adultos, aceptéis y entendáis el paso de matrimonio a padres: Todos los temas escolares y de salud deben hacerse y decidirse juntos. El resto de cosas conviene hacerlas por separado. Los niños deben seguir percibiendo que tienen un padre y una madre a pesar de que ya no son pareja o convivan por separado. Es bueno separar la esfera “padres” de la esfera “pareja”.

-Hablad a los hijos del otro progenitor con respeto, evitando inmiscuir a los niños de los conflictos que puedan darse entre los padres. Hay que solucionar estas situaciones sin involucrarles.

-Es necesario seguir marcando los límites tal y como se marcaban antes. No se debe ser más permisivo por sentimientos de culpabilidad o por compensar las situación. Si se establecen nuevos límites, es necesario consensuarlos y compartirlos con el otro progenitor, es fundamental para que el niño disponga de un modelo educativo coherente. Compensar a los niños con regalos o caer en la sobreprotección por pena no les ayuda a crecer ni a madurar.

-La situación es nueva y afecta emocionalmente a todos los miembros de la familia (¡Recordad que tanto padres como hijos estáis viviendo una situación de duelo!) por lo que debéis ser tolerantes con vuestro propio proceso emocional y entender que habrá cosas a las que tendréis que dar respuesta de manera distinta a cómo se estaban organizando hasta el momento (tareas del día a día , deberes, horarios de comida, duchas, ritual para irse a dormir…).

Espero que os sirva. Si se os despiertan más dudas no dudéis en preguntarlas, seguro que aquello que os inquieta puede dar respuesta a muchos otros padres en situaciones similares.

Si te interesa profundizar sobre la autoestima del niño, te dejo un post que podría interesarte:

Psicopíldora #3# “Quiero que sea más seguro de sí mismo”

Fuente: este post proviene de Vínculos y Relaciones, donde puedes consultar el contenido original.
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