Mi pequeño perro Marley, no deja de hacerse popò en el rellano, la mayorìa de mis vecinos son muy políticamente correctos y ùnicamente me tocan la puerta y me dicen del incidente, pero mis vecinos de la puerta no. 14 no, ellos tocan como si hubiese una bomba nuclear y gritan, eso es lo peor para mì, porque cuando escucho gritos me empieza a subir un humo desde el estòmago hasta la cabeza, supongo que son mi instinto animal que quiere empezar a atacar y es que siempre sucede asì, si no son mis vecinos de la puerta 14 es el pakistanì de la calle que no dejaba de seguirme en plan adolescente psicòpata, siempre hay gente que te quiere "cagar", y no es que realmente te quieren cagar, sino que usan para descargar sus frustraciones y sus debilidades sobre las tuyas.
pero mientras nosotros sigamos siendo humanos y ellos algún derivado de ello, sucede y a nosotros no jode, nos revuelve la cabeza y nos revoluciona el mundo, saca lo mejor y peor de nosotros. Pero lo que no sabemos, es que no es la gente la que habla (bueno sí lo es) pero me refiero a que el sentido de que ellos existan (la gente que no tiene buenas intenciones) es que son un medio para tu crecimiento y bienestar, sè que esto suena loco, pero es verdad, y es que de hecho NADA de lo que nos sucede, nos sucede para jodernos la vida, sino porque somos necios a entender ciertas cosas y ellos son las piedras que nos echa la vida para que nos "quitemos" de lugar. Y en esas situaciones ùicamente te quedan esas dos opciones: o te carbonizas en amargura, los carbonizas a ellos con resentimiento, o sigues adelante hacia un lugar màs alto, donde tocarte sea màs difìcil de alcanzar.
lo que dicen las personas son metàforas, las situaciones son metàforas, y la vida, una gran escuela de aprendizaje, donde a falta de amor hay dolor, pero el ùnico propòsito de que existan las piedras molestas: el recurso desesperado del universo de que desees al mejor para ti! te muevas hacia adelante, hacia arriba y hacia adentro