Mi estrategia para alcanzar tu éxito personal en 2017 + 4 errores a evitar en la definición de tus objetivos anuales

Se acabó el 2016.

Todo el mundo anda haciendo balance y estableciendo objetivos para el nuevo año.

Sin embargo la realidad es que la mayoría de esos objetivos nunca acaban por cumplirse.

¿Realmente es efectivo hacer una planificación anual de objetivos?

Mi experiencia es que el modo en que lo realiza la mayoría no es nada efectivo. Habitualmente se cometen errores que impiden que a la larga se obtengan resultados.

En esta entrada te los voy a contar de modo que puedas evitarlos, así como mi estrategia para alcanzar el éxito en 2017.

Error nº 1: Imponer los objetivos

Así es, por delante tienes un nuevo año, totalmente vacío, listo para que puedas “llenarlo” de experiencias.

Porque aunque no ha hecho más que empezar, 2017 acabará, y que lo haga de un modo u otro dependerá en gran medida de tus decisiones.

No tienes la obligación de aprovecharlo, ni de hacer de él un año de grandes cambios, ni siquiera tienes la obligación de disfrutarlo.

No estás obligad@ absolutamente a nada, así que te animo a deshacerte desde este momento del peso de esa vocecilla que te impone nuevos logros.

Esa vocecilla te habla desde la exigencia, así que no es buena amiga, y hasta que no te hable con cariño no deberías de hacerle ni puñetero caso.

Lo mejor para ti no es perder 5 kilos ni estudiar inglés, ni siquiera dejar el trabajo que te consume.


Lo más importante en la vida es experimentar abundancia y realización.
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Y eso debería ser totalmente independiente del último dígito que aparece en la fecha de tu calendario.

¿No crees?

Error nº2: Establecer objetivos poco acertados

Hagamos un breve análisis histórico.

Hace 100 años las personas tenían muchas menos expectativas acerca de lo que podría depararles un nuevo año.

La mayoría de los que vivían en una sociedad de bienestar como la nuestra celebraban principalmente haber disfrutado de buena salud. Al nuevo año le pedían ante todo que les permitiese preservar lo que ya tenían y mejorar sin excesivas ambiciones.

Es muy posible que tuvieran creencias limitantes que les impidieran ver que su potencial era mucho mayor del que realmente tenían.

Sin embargo, lo que condiciona la experiencia vital de una persona son sus emociones, y no su grado de ambición e inconformismo.

De hecho, estas cualidades expresan de un modo evidente ausencia de plenitud.

Quizás estés desconcertad@.

Parece como si criticara el inconformismo que habitualmente abandero, pero nada más lejos de la realidad.

Siempre animaré a todo el mundo a no conformarse con aquello que siente que perjudica a su vida o que no le gusta.

Lo que condeno es la incapacidad de muchos de disfrutar de la vida con suficiencia por perseguir hasta la extenuación un futuro que nunca les llena.



Por eso mi recomendación es que establezcas tus objetivos en función de cómo te van a conducir a tu realización, y no para llenar tu vida de cosas accesorias.

Error nº 3: Querer abarcar demasiado

Volviendo al pasado, la mayor diferencia frente a tus bisabuelos es la gran cantidad de oportunidades de las que disfrutas.

Tener oportunidades o no tenerlas sin duda marca la vida de cualquier persona.

Sin embargo tener muchas es un arma de doble filo y con frecuencia conducen más a la insatisfacción que a la sensación de abundancia.

Y es que, por muchas posibilidades que tengas a la hora de elegir sólo puedes quedarte con una. O lo que es lo mismo habrás de descartar el resto.

Esto tiene un importante efecto negativo: la incertidumbre de desconocer si se está tomando o no la decisión correcta suele provocar cierto bloqueo.

Según el reconocido psicólogo Barry Schwartz tardamos mucho más en tomar decisiones cuando tenemos ante nosotros muchas posibilidades que cuando disponemos de sólo unas pocas.

Además, al tener que elegir sólo una de esas muchas, experimentamos un mayor sentimiento de pérdida.

Este miedo a perder hace que muchas personas vivan con excesiva rapidez tratando de hacer miles de cosas sin saborear de verdad la vida.

Así al empezar el año es habitual para muchos ponerse multitud de objetivos que con frecuencia no se acaban cumpliendo.

La consecuencia es un sentimiento de falta de logro y de pérdida de confianza en uno mismo.

Moraleja: mejor pocos objetivos y alcanzables que muchos que ni tú te los crees.

Error nº 4: Compararse

A pesar de esos aspectos negativos que supone a nivel psicológico tener muchas oportunidades, supongo que coincidirás conmigo que con respecto a nuestros bisabuelos somos unos afortunados.

Lo que pasa es que los seres humanos no nos comparamos con nuestros antepasados, y sí con nuestros vecinos de al lado.

Y en esa comparativa a menudo surge una gran insatisfacción.

Recuerdo que leí hace tiempo un estudio en que se encuestó a un gran número de personas a las que se les presentaron dos situaciones hipotéticas sobre las que debían elegir

Ganar 150.000 en una sociedad en la que de media ganara 200.000 al año

Ganar 100.000 en una sociedad en la que de media ganara 50.000 al año
No sé qué habrías elegido tú, pero la inmensa mayoría eligió la opción B.

Esto refleja una clara conclusión: si bien la cantidad que ganas es importante, alcanzada cierta cifra aún lo es más cuánto ganas en comparación con las personas que te rodean

El problema es que la globalización ha hecho que ese vecindario se extienda hasta casi el infinito y a través de redes sociales y blogs tenemos acceso a la vida y milagros de muchísimas personas.

Así, si estás en búsqueda activa de un cambio radical en tu vida seguramente te estés encontrando con resúmenes del 2016 en el que la mayoría cuenta sus grandes logros.

Para mí la medida del éxito de cualquier persona reside en las dos preguntas que según los antiguos egipcios se les hacían a las almas de los muertos antes de entrar en el paraíso:

¿Has disfrutado de la vida?

¿Has proporcionado felicidad a otros gracias a tu presencia?
Casi nadie cuenta cómo de realizado se ha sentido con lo que ha hecho, cómo de felices han hecho a las personas que les rodean, o cuánto han disfrutado de la vida.

Y aunque lo hicieran no importaría demasiado, porque lo que uno siente no es cuantificable.

Tu éxito es sólo tuyo, así que no pretendas emular a los demás para lograrlo.

Por lo tanto si vas a definir tus propósitos de cara a este nuevo año mi recomendación es esta: reflexiona sobre qué quieres en tu vida y olvídate por completo de lo que hagan los demás.

MI HONESTA REFLEXIÓN SOBRE 2016

Antes de explicarte la que en mi opinión es la mejor forma de abordar un nuevo año con eficacia me gustaría compartir contigo mi reflexión sobre el año que acaba de pasar y mi visión de cara a 2017.

Sin duda 2016 ha sido un año muy importante en mi vida.

Ha sido el año en el que me diagnosticaron un cáncer en la pelvis y tuve que someterme a 3 operaciones de alto riesgo para extirparlo.

El año en el que en el país en el que vivo desde hace más de 7 años se ha visto azotado de forma dramática por el terrorismo y un Golpe de Estado.

Dicho esto quizás pienses que para mí ha sido un año fatídico, gafado, de esos que uno desea que terminen de una vez por todas.

La verdad es que no lo siento así.

Me siento afortunado porque el tumor me lo encontraron a tiempo y a pesar de todo lo que he padecido hoy puedo disfrutar de mi vida con casi completa naturalidad (excepto cuando me siento en algo duro como una tabla wink )

Haber estado cerca de la muerte me ha hecho reflexionar muy profundamente sobre la vida y me ha hecho sentirme más cerca que nunca de mi familia.

Mis logros han quedado muy lejos de los objetivos que me propuse al inicio de año, pero me siento francamente realizado y feliz en mi vida.

Y la verdad, no se me ocurre mejor medidor del éxito que ese y por tanto le estoy muy agradecido al 2016 todo lo que ha traído a mi vida.

MIS INTENCIONES DE CARA AL 2017

De esta experiencia he aprendido que los objetivos no son tan importantes, y que planificarlos con carácter anual no es nada efectivo. Al menos para la mayoría.

Lo importante es definir con claridad las intenciones y compromisos con un propósito vital bien definido.

Y en mi opinión, el principal propósito de cualquier persona debería ser experimentar realización y en esa dirección es hacia donde deberían de orientar sus objetivos.

Y ¿qué es sentirse realizado?

Es una experiencia de plenitud que no puede encerrarse en palabras.

Es un sentimiento de abundancia único para cada persona en el que uno sabe sin duda alguna que está haciendo lo correcto y siente por tanto una inmensa paz por ello.

Por eso en 2017 me he propuesto ante todo cuidar de lo más importante en mi vida por encima de todo:

Mi familia

Mi salud

Mi bienestar
Para reflexionar sobre ello y planificar conjuntamente nuestras metas familiares la última semana de diciembre mi mujer y yo hicimos un retiro en la sierra de Grazalema (en un sitio altamente recomendable).



Y como coincidimos en que la salud y el bienestar es lo más importante hemos decidido cuidar con mimo nuestra nutrición y buscar un lugar para vivir que nos haga disfrutar más de cada día como objetivos prioritarios.

En cuanto a los objetivos profesionales están ligados a mi realización profesional y deben de preservar los principios anteriores que te acabo de contar.

Mi objetivo más allá del económico es ayudar a cuantas más personas a realizarse a través de su reinvención profesional.

Y el primer paso es mi nuevo programa Lanza tu plan B cuyo objetivo es ayudar a las personas a montar un proyecto sólido para realizarse y vivir bien.

Cómo prepararte con éxito para el nuevo año

Mi amiga y mentora en productividad Beatriz Blasco me ha enseñado que el logro no está en conseguir más, sino en mantener el estado que te permite sentirte pleno.

Para ello lo oportuno es explorar tu equilibrio personal a través de la consciencia.

Una vez logras ese equilibrio y reconoces tu abundancia en él, es necesario realizar una revisión de ese estado de modo que puedas mantenerlo a lo largo de los días.

Y ahí reside el verdadero éxito, en el cuidado personal de la salud, del cuerpo, de la mente y del espíritu.

Desde esa visión particular que tienes de la realización y la abundancia es desde la que te animo a definir tus intenciones y propósitos de este nuevo año.

A partir de ahí, lo aconsejable es concretar objetivos cercanos, como mucho a 3 meses vista, de modo que sean verdaderamente alcanzables y no quimeras imposibles de lograr.

Y por último reconoce tus logros y disfruta de ellos.

Reflexiona sobre lo que posees y las emociones que te aportan las cosas que hay en tu vida y libérate de lo que sea innecesario o superfluo.

Mi propuesta es clara:

Construye tu 2017 desde el cariño y la paz interior dejando a un lado el miedo que se nutre de las obligaciones y las exigencias.


Es tu turno. Tras leer este artículo me gustaría que nos contaras tus propósitos de este año ¿te animas? wink

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