Libertad para amar

Nunca lo entendí mejor que ahora: la vida de los otros no me pertenece. Pero no como una idea de lo que debe o no ser, sino como una forma de vivir en la que busco lo que me hace y hace a quienes amo felices.

Su vida no me pertenece porque cargarla me hace daño, incluso sin saberlo no hay elección: hacerte cargo de lo que no te corresponde te daña, y daña.

Tenemos una forma distorsionada de amar en donde o yo te hago todo o tu te las ves solo. Y no entendí que cuidando de mí misma con paz y armonía ya estoy cuidando a los demás. Hacer lo que es bueno para ti y desear ese mismo bien en los demás es cuidar de ellos.
Ser claro y veraz con fuerza y ternura es amar.

Indicar el camino es amor...decirles 20 veces lo que tienen que hacer es necedad (de ambas partes) por no decir control. Enseñarles cómo hacer las cosas es amor...hacerlas por ellos es dependencia (siempre va y viene; tu eres dependiente de mi para hacer y yo de cuidar de ti).
Hay una distancia física y psicológica que dicta el amar. Amar no estar pegado el uno con el otro, o estar sintiendo lo mismo que siente el otro, amar es ir mas allá, por los dos, independientemente de si el otro te sigue o no, ya estas dibujando el camino.

El problema no son las buenas intenciones sino los malos resultados que derivan de una idea errónea de lo que es amar y dar amor al otro. No dejemos de intentarlo, no dejemos de creer que todo lo podemos cambiar, nuestra forma de cuidar, de proteger, que sea instructiva y no invasiva... moldear nuestra idea del amor hasta que seamos libres.

Con libertad se puede realmente amar!
A por mas felicidad :)!