No existen pócimas mágicas ni fuentes especiales de juventud. Desgraciadamente aterriza y va dejando huella. No se si es ventaja que tus padres e tengan de jovenes, pues ves a todos tus seres queridos como van apagándose y tú sin poder hacer mucho. Hay algo en común al mirarles las caras... la tristeza y la resignación. Lo peor... cada uno sigue co su vida y a veces sin darse cuenta que nos necesitan. No piden ayuda pero la reclaman con su mirada, con su forma de actuar y hacer las cosas ahora, tan diferente a hace unos años.
En estos último 10 años todos y cada uno de mis abuelos han dado un cabezazo. Cuando abandonaron los 60 o 70 todo cambió. AL principio sentes ganas de ayudar.... después llega la rabia de que otros, lós médicos, no los puedan ayudar como quisiéramos sus familiares.... y por último llega la aceptación y el no caer en el hundimiento, porque yo soy joven y debo seguir viva y alegre.
¡cuántas cosas han hecho por nosotros, cuántos momentos han sacrificado para ofrecernos el camino corecto! Y se lo debemos pero a veces no encontramos las fórmulas exactas para ayudar.
Y finalmente me invaden en mi mente gran cantidad de recuerdos bonitos que nunca olvidaré. Nos han querido como hijos, incluso creo que surge un sentimiento (en mi aso) mucho más especial que el amor hacia un hijo. Si.. es algo diferente. De eso estoy segura.
Creo que a nadie le gusta ver el sufrimiento de un ser querido. Sea por vejez o por otras causas. creo que lo más dificil de todo es comprender su sufrimiento, porque nos centramos demasiado en eliminarles e dolor en vez de darles el calor que necesitan (en mi caso, son mis sentimientos).
Pienso que acabo de añadir una buena reflexión y, hoy me prometo recordarla cada vez que esté a vuestro lado abuelos.