Las bacterias beneficiosas que proliferan en este ambiente son las encargadas de equilibrar y mantener ese pH vaginal normal.
Tener un pH vaginal ligeramente ácido es esencial para proteger la vagina de posibles infecciones, al evitar el desarrollo de bacterias y hongos dañinos.
En este mecanismo de protección también intervienen las secreciones vaginales, que lubrican el canal vaginal y lo limpian regularmente.
En general un desequilibrio en el pH puede causar picazón, ardor al orinar, exceso de flujo e, incluso, infecciones.
Causas de un pH vaginal perturbado
Las principales causas suelen ser:
Higiene inadecuada de la zona genital.
Duchas o lavados frecuentes del canal vaginal.
Uso frecuente de ropa muy ajustada.
Hábitos alimenticios poco saludables (consumo excesivo de azúcares y harinas, cafeína y bebidas gaseosas).
Ciertos medicamentos, como los antihistamínicos.
¿Cómo restaurar y equilibrar el pH vaginal?
Para recobrar el equilibrio normal en el área vaginal será necesario mantener un estilo de vida saludable y aplicar principios básicos de higiene:
Mantener el área genital limpia y seca. Lava tu zona íntima utilizando agua fresca y un jabón suave. Después de enjuagar asegúrate de secar muy bien. Nunca introduzcas agua y jabón en el interior de la vagina. Recuerda secarte y limpiarte siempre haciendo un movimiento desde adelante hacia atrás, nunca al revés.
Evitar el uso frecuente de duchas vaginales. Se ha demostrado que las duchas vaginales pueden eliminar las bacterias beneficiosas que forman la flora vaginal. Esto perturba el pH vaginal y el área se vuelve propensa a la sequedad y las infecciones. Del mismo modo debes evitar el uso de jabones muy perfumados.
Usar ropa interior de algodón y holgada. Esto es muy importante, sobre todo durante la noche. De esta manera permitirás que la zona “respire” mientras descansas.
Evitar el exceso de humedad en la zona vaginal. La humedad predispone a las infecciones fúngicas.
Evitar el consumo diario de alimentos ricos en azúcares y harinas refinadas. Estos alimentos promueven un estado de mala salud general y favorecen la proliferación de hongos vaginales, haciéndote más propensa a las infecciones por levaduras y la candidiasis.
Comer sano. Nuestra dieta es clave para tener un cuerpo sano, incluyendo la salud de la zona vaginal. Consume abundantes frutas y verduras frescas, mantente hidratada y recuerda que el consumo regular de yogur natural es ideal para restaurar el pH vaginal.
Cambiar tus almohadillas sanitarias o tampones con frecuencia.
Practicar relaciones íntimas seguras.
Evitar el uso de anticonceptivos hormonales durante largos períodos de tiempo.
Si observas cualquier signo de picazón, ardor o flujo anormal en tu vagina, puedes usar tiras de prueba del pH vaginal para verificar si tu pH está alterado.
.