En España tenemos la suerte de tener durante todo el año una gran variedad de frutas y verduras a nuestro alcance, con múltiples propiedades y sabores exquisitos. De hecho, en nuestro país contamos con frutas que podemos encontrar prácticamente durante todo el año, como pueden ser los plátanos, las peras y las manzanas.
Sin embargo, sabemos que cada fruta cuenta con una temporada óptima de recolección durante el año, temporada en la que se aprecian con mucha más intensidad su sabor y aroma y en la que la fruta nos sale mejor en cuanto a calidad/precio. Por esta razón, la fruta de temporada es una opción excelente y maravillosa de disfrutar de las diferentes frutas que encontrarás casi de manera exclusiva durante un periodo de tiempo determinado.
En el mes de mayo tenemos como frutas de temporada: albaricoque, níspero, fresas-fresón, cerezas, limones, melocotón, nectarina y plátano. Empieza también por estas fechas la temporada del aguacate, la ciruela, el pomelo y la sandía, aunque éstos aún no están en su mejor momento.
Albaricoque
Los albaricoques se consumen desde el principio de la primavera hasta finales de verano, por lo que nos encontramos en una época ideal para poder disfrutar de esta fruta tan beneficiosa para nuestro organismo, por sus muchísimas propiedades y beneficios:
El albaricoque es un alimento rico en vitaminas (provitamina A, betacarotenos, y vitamina C). Estas sustancias orgánicas ejercen un efecto natural que evita enfermedades degenerativas como el cáncer o la pérdida de salud visual por la degeneración de las células de la retina.
También es rico en minerales (como el potasio, calcio y magnesio), que ayudan a la eliminación de líquidos y al equilibrio de las sales en el organismo, ejerciendo poder diurético, controlando la hipertensión, entre otras cosas. Por tanto se trata de un alimento altamente recomendado para personas con sobrepeso y altos niveles de tensión arterial.
El albaricoque destaca por su contenido en taninos, estos sirven de gran ayuda en los problemas de tránsito intestinal como el estreñimiento, ya que poseen un gran poder laxante y capacidad para desinflamar los intestinos.
Los betacarotenos y los taninos, al ser unos potentes antioxidantes, ayudan a reforzar el sistema inmunológico y, como hemos dicho anteriormente, a prevenir la aparición del cáncer.
Es una fruta de gran importancia durante el desarrollo de la menopausia gracia a su alto contenido en hierro. Se ha descubierto que en 100 gramos de albaricoques, se contienen la mitad de hierro contenida en 100 gramos de carne de cerdo, aunque sin grasa ni colesterol. Y en los albaricoques secos, orejones, incluso se duplica esta cantidad de hierro.
Su consumo es ideal en los niños, ya que ayuda en el crecimiento óseo y de tejidos y en el sistema nervioso de éstos, facilitando el impulso nervioso, y en aquellas personas que padecen estrés.
Níspero
En estos meses el níspero es otro de los grandes protagonistas, y dado que su temporada es corta, os animo a consumirlo en abundancia y aprovechar todas sus propiedades:
Se trata de un alimento muy nutritivo que, sin embargo, posee un bajo contenido calórico, por lo que se convierte en un producto ideal si te encuentras siguiendo una dieta de adelgazamiento y no quieres que las calorías de las frutas te supongan un inconveniente.
Por sus efectos beneficiosos sobre la mucosa intestinal, combaten la diarrea y regulan la actividad digestiva.
Por su alto contenido en potasio y su pobreza en sodio, son diuréticos y ayudan a curar infecciones de vías urinarias y riñones. Popularmente se dice que mezclado con corteza de rábano combaten cálculos renales.
Posee un alto contenido en fibra (10.6 gramos por cada 100 gramos), de la cual un alto porcentaje es fibra soluble, pectina, que alcaliniza el PH del organismo, mejorando el metabolismo. Esto ayuda de forma indirecta al mejor funcionamiento de las células y de los diferentes órganos. Aunque con un porcentaje menor, cuentan con una gran cantidad de fibra insoluble, la cual ejerce beneficios para los niveles del colesterol al cumplir una función de captación de las grasas en el intestino, expulsándolas con mas facilidad.
Al igual que los albaricoques, los nísperos contienen gran cantidad de betacarotenos. Recordemos que son antioxidantes naturales que mejoran y aceleran la combustión de grasas en las células y de la vitamina C. De este modo ayudan a utilizar más rápidamente el colesterol circulante, reduciendo así el colesterol malo en sangre.
Verduras de mayo
En cuanto a las verduras, acaba de terminar la temporada de la acelga, la alcachofa, el apio, la berenjena, el brócoli, la coliflor, el repollo, la col o la lombarda.
Por tanto, es en estas fechas cuando tenemos que empezar a consumir otro tipo de verduras, cuya temporada llega a mediados de primavera y se mantienen durante los meses de verano: ajos, calabacín, calabaza, espinaca, espárragos verdes, judía verde, nabo, pepino, cebolla, guisantes, lechuga, rábano, pimiento rojo, puerro, remolacha, repollo, tomate y zanahorias. Y al tratarse todas de verduras, nos aportan con seguridad una gran variedad de nutrientes.
Las judías verdes, por ejemplo, son un alimento de temporada recomendado en dietas equilibradas y sanas, ya que aportan una baja cantidad de calorías y grasas, de manera que 100 gramos aportan únicamente 30 kilocalorías. Además, al ser fuente de fibra, vitaminas (como la provitamina A, vitaminas B2 y B6, y vitamina C) y minerales (como el potasio, calcio, magnesio y fósforo), cuentan con propiedades y beneficios muy apreciadas, parecidas a las frutas de temporada comentadas anteriormente. Respecto a su contenido en otros nutrientes esenciales, debemos destacar que las judías verdes son ricas en folatos, de forma que su consumo se aconseja en la dieta de la mujer embarazada.
En esta estación se recolectan los frutos de la familia de las solanáceas: los pimientos y los tomates, entre otros. Aunque estas hortalizas se encuentren durante todo el año en el mercado, esta es la estación de su recolección y es cuando están más gustosas y con su valor nutritivo más alto. Las distintas variedades de pimientos y el tomate nos aportan también una gran cantidad de antioxidantes, como el licopeno del tomate, que, además de ser los responsables de los pigmentos de colores vivos que caracterizan a estas hortalizas, protegen al organismo, refuerzan el sistema inmune y ayudan a prevenir la aparición de enfermedades.
Como puedes ver, cuentas con una amplia variedad de frutas y verduras de temporada para elegir y que puedes disfrutar esta temporada. ¡No dudes en incluirlas en tu dieta!
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