Así como existen varios factores que afectan directamente la salud de nuestra zona como un ambiente húmedo, enfermedades que afectan el sistema inmunológico o no llevar a cabo nuestras revisiones ginecológicas, también están esos hábitos que forman parte de nuestra rutina diaria pero que lamentablemente atentan de igual forma.
Usar ropa sintética
Utilizar ropa de fibras sintéticas es motivo de infecciones en la zona íntima ya que las fibras sintéticas no dejan respirar a a piel debidamente y con esto se crea humedad y un ambiente ideal para la proliferación de hongos y bacterias.
Usar ropa muy ajustada
Lo mismo ocurre al usar ropa muy ajustada llámese a ésta ropa interior o pantalones, además de no dejar respirar y ventilarse a la zona correctamente, puede perjudicar a la circulación correcta de la sangre.
Lavarnos con jabón
Aunque pareciera lo más normal e incluso adecuado, el jabón contiene químicos que irritan y resecan nuestra zona, así que olvídate de este hábito y cambia por un gel especializado en limpiar y cuidar la delicada piel de ese lugar.
Usar el rasurador
Pareciera no tener contraindicaciones además de la recomendación sobre lo importante que es mantener la zona limpia y por ende libre de vello, sin embargo los rasuradores pueden ser causantes de infecciones en la piel por cortaduras o causar el entierro de los vellos cortados.
Depilación total
Muy bonito y muy moderno, pero el vello corporal tiene su función sobre el cuerpo aunque no lo creamos, y si bien es recomendable recurrir a la depilación, definitivamente no en su totalidad para mantener así la zona protegida.
Duchas vaginales
Por más que las promueven y comercializan, las duchas vaginales lejos de brindarte una zona femenina saludable y limpia, serán las culpables de que el ph de tu zona cambie y con este la protección y flora natural que la protegen.
Lubricantes en aceite
Si vas a usar un lubricante, que sea a base de agua, los de aceite dejan residuos que poco a poco van convirtiéndose en un problema.