Teniendo en cuenta la importancia funcional que tiene el hueso calcáneo en la marcha. Es importante que la fisioterapia esté involucrada en el proceso de rehabilitación de las fracturas de calcáneo, si se quiere lograr la recuperación de una marcha efectiva y funcional que permita a la persona fracturada volver óptimamente a sus actividades de la vida diaria, tanto laborales o deportivas como de ocio o entretenimiento:
Son lesiones que ocurren en muy raras ocasiones, pero cuando ocurren suelen estar asociadas a impactos de alta energía sobre el talón en el contexto de caídas o accidentes de tránsito. Sin embargo, también pueden generarse producto de la tracción excesiva de un ligamento o tendón que se inserta en el calcáneo, esto puede darse durante la realización de diversas actividades deportivas. Las fracturas de calcáneo pueden ser intraarticulares cuando afectan la articulación subastragalina y extraarticulares cuando afectan las zonas no articulares del hueso del talón. Restaurar la longitud, la anchura y la forma del hueso fracturado es competencia del médico traumatólogo, mientras que restablecer la función de dicho hueso en la articulación para la recuperación de las funciones alteradas en el paciente es competencia del fisioterapeuta.
fuerza muscular de la musculatura que atraviesa la articulación del tobillo, principalmente de: los flexores plantares, flexores dorsales del tobillo y pie y los músculos eversores e inversores del pie.
Finalmente normalizar el patrón de la marcha sin dolor.
Para lograr estos objetivos se tiene en cuenta el tiempo que requiere este hueso para lograr la consolidación ósea, el cual es normalmente de unas ocho o doce semanas en pacientes tratados quirúrgicamente, ahora bien, los pacientes tratados con un abordaje conservador pueden requerir de hasta un año para lograr la consolidación. Este tiempo es variable dependiendo de la edad y estado de salud del paciente, así como del grado de conminución y la gravedad de la lesión.
fortalecimiento de las articulaciones adyacentes al tobillo: rodilla, metatarsofalángicas e interfalángicas con el uso de la inmovilización. No se indican ejercicios del tobillo o pie.
tobillo, sin involucrar este último. Ahora bien, si el paciente cuenta con una fijación interna de la fractura, se dan inicio a los ejercicios isométricos de dorsiflexión, flexión plantar, inversión y eversión dentro de la férula o yeso.
inversión y eversión dentro de la férula o yeso.
eversión dentro de la férula o yeso.
propiocepción del tobillo.
Ejercicios de fortalecimiento activo de las articulaciones del pie y tobillo. Evitando las actividades deportivas o extenuantes durante un período aproximadamente de 6 meses.
El uso de agentes físicos variara dependiendo del criterio del fisioterapeuta y de los requerimientos del paciente.
El pronóstico de las fracturas alineadas quirúrgicamente es mucho mejor que las alineadas de manera conservadora con reducción externa e inmovilización. Sin embargo, dependiendo de la gravedad de la lesión, esta fractura puede alterar el tamaño y la forma del talón de manera permanente, por lo que el paciente puede requerir un cambio en el tipo de calzado o el uso de plantillas ortopédicas a largo plazo.
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Finalmente normalizar el patrón de la marcha sin dolor.
Para lograr estos objetivos se tiene en cuenta el tiempo que requiere este hueso para lograr la consolidación ósea, el cual es normalmente de unas ocho o doce semanas en pacientes tratados quirúrgicamente, ahora bien, los pacientes tratados con un abordaje conservador pueden requerir de hasta un año para lograr la consolidación. Este tiempo es variable dependiendo de la edad y estado de salud del paciente, así como del grado de conminución y la gravedad de la lesión.