Estudiar y comparar el desempeño de los trabajadores más productivos con el desempeño de los menos productivos;
Analizar y tratar de comprender las quejas presentadas por los trabajadores en relación con su puesto de trabajo.
Analizar las técnicas de trabajo utilizadas a la luz de los principios fundamentales de la mecánica;
Si es posible, utilizar simulaciones computarizadas, con el fin de mejorar los equipos, los materiales y el propio “lay-out”.
Trabajos realizados de pie
La posición parada de pie (parada de pie) es bastante fatigosa porque requiere mucho trabajo estático por parte de los músculos involucrados para mantener esa posición. El corazón está sujeto a mayores dificultades para bombear la sangre a los diferentes extremos del organismo. Los individuos que realizan trabajos dinámicos en pie, generalmente presentan menores niveles de fatiga con respecto a los que permanecen en una posición estática o sujetos a poco movimiento.
La postura bípeda está intrínsecamente asociada a trabajos que exigen utilización de fuerzas considerables y aún desplazamientos del cuerpo.
El mantenimiento de esta postura implica la “utilización” constante de los músculos dorsales y del conjunto de músculos que controlan la posición de la cuenca.
Son varias las profesiones y tipos de trabajos que implican la permanencia de los trabajadores en pie, en particular, líneas de montaje y embalaje de productos, almacenamiento, metalmecánica y restauración. La permanencia en pie durante períodos de tiempo muy largos, puede provocar diversas patologías, como por ejemplo, dolores de espalda, inflamaciones e hinchazón de las piernas, diversos problemas de circulación sanguínea y cansancio muscular.
A continuación, se presentan algunas recomendaciones para evitar o mitigar los riesgos derivados de los trabajos realizados en pie:
El piso del lugar de trabajo deberá estar siempre limpio, despejado de obstáculos y nivelado;
Cuando las características del trabajo o tarea específicamente obligan al trabajador a la permanencia en pie, debe dotar al puesto de trabajo de una alfombra anti-fatiga;
El cuerpo del trabajador debe permanecer derecho permitiendo la libertad de movimientos;
En el horario de trabajo deben estar programados pequeños intervalos o pausas durante las cuales los trabajadores puedan descansar en posición de sentados;
Colocación en los puestos de trabajo de amparos verticales. Este tipo de apoyo permitirá que el trabajador se sitúe ligeramente a lo largo de la realización de sus tareas y, al mismo tiempo, reduzca la presión ejercida sobre las piernas y la columna vertebral (aunque por cortos períodos de tiempo);
El rayo de acción de los movimientos ejecutados por los brazos de los trabajadores debe estar cerca de su tronco para evitar que haya necesidad de que los trabajadores se inclinen y curvan la columna;
El radio de acción de las manos deberá estar comprendido a una distancia entre 20 y 30 cm del tronco.
El calzado de trabajo reviste una gran importancia. Este debe ser extremadamente cómodo y no tener saltos.
Es importante que la bancada de trabajo se pueda ajustar a las diferentes alturas de los trabajadores. En caso de que esta condición no se verifique (y en caso de necesidad), debe proporcionar a los trabajadores un estante o pedestal – para elevar al trabajador oa la bancada de trabajo (según la necesidad);
La altura de los objetos y herramientas también debe adaptarse a la tarea que realiza el trabajador.
Cuando se dimensiona la altura de la encimera (superficie de trabajo) se deben tener en cuenta los siguientes factores:
La posición de los codos en relación con la bancada de trabajo;
Distancia de los ojos a la tarea o objeto de trabajo;
Especificidad del tipo de trabajo o tarea;
El tipo de herramientas y utensilios utilizados;
Trabajos realizados en posición sentada
Esta posición requiere una actividad muscular bastante intensa por parte de la columna vertebral y del abdomen. El consumo energético en esta posición es inferior a la posición de pie. La mayor parte del peso del cuerpo es apoyado por las nalgas y los muslos. Los asientos y sillas, por lo tanto, posibilitar pequeños cambios en la postura adoptada para retardar la aparición de la fatiga. En la posición de sentado, el peso de las piernas debe ser transmitido a la superficie de apoyo en el suelo a través de los pies.
Hoy en día son innumerables los trabajos que implican el trabajo en la posición sentada. Esta posición de trabajo normalmente se adapta a trabajos que no requieren gran fuerza física y se pueden realizar en un área limitada (normalmente escritorio, mostrador o mesa de trabajo).
En general, la posición de sentado es más cómoda y bastante menos agotadora para los trabajadores. Sin embargo, la permanencia en esta posición por largos períodos de tiempo tampoco es beneficiosa para los trabajadores, sobre todo para la columna que sufre normalmente una ligera curvatura y para las piernas que se encuentran flexionadas y exentas de movimiento. De esta forma, se concluye fácilmente que, si es posible, los trabajadores que habitualmente trabajan sentados deben cambiar de posición.
El diseño, equipo / herramientas y mobiliario tiene en este tipo de trabajos un papel muy importante en la prevención y minimización de riesgos profesionales.
Los proyectos inadecuados de máquinas, asientos o bancos de trabajo obligan al trabajador a adoptar posturas inadecuadas. Si estas se mantienen a lo largo del tiempo, pueden provocar fuertes dolores localizados en todo el conjunto de músculos solicitados en la conservación de esas posturas.
La concepción del puesto de trabajo en lo que se refiere a los trabajos en posición de sentado, debe, por lo tanto, cumplir una serie de requisitos, en particular:
El trabajador debe poder alcanzar todos los objetos y herramientas que necesita para realizar sus tareas (desde el principio hasta el final del ciclo de producción) sin tener que realizar movimientos bruscos o realizar grandes extensiones de los brazos o manos;
Los trabajadores deberán adoptar una posición que permita que la columna vertebral se mantenga en una posición recta para los muslos;
La mesa (encimera o superficie de trabajo) debe diseñarse de manera que esté más o menos nivelada por los codos y antebrazos para evitar presiones innecesarias;
En caso de necesidad de utilización de electricidad, la mesa o encimera de trabajo deben poseer tomas para evitar el paso de hilos a través del suelo;
La posición de la cabeza debe ser neutra – erecta (la flexión o extensión pueden provocar diversas lesiones en el cuello, cabeza y columna) mientras el trabajador está mirando la tarea que realiza;
Los hombros no deben estar sujetos a presiones;
La silla debe ser bastante cómoda. Deberá permitir la regulación de los apoyos de los brazos, espalda y asiento.
Se debe evitar una postura incorrecta muy común, es decir, el deslizamiento anterior de la cuenca, que provoca una curvatura en la columna, y consecuentemente, aumento de la tensión en los ligamentos espinal posteriores.
Evitar la concentración de presiones excesivas causantes de incomodidad en las zonas apoyadas en las sillas (columna vertebral, nalgas y muslos) – estas pueden causar dificultades al flujo sanguíneo y contracciones musculares.
Fuente: este post proviene de Seguridad y Salud Ocupacional, donde puedes consultar el contenido original.
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