Ese es el tejido de la realidad que vemos con los ojos del cuerpo, aunque no puede verse con ellos. El vacío. Podría ser aterrador. Y a veces lo es para este yo que está del otro lado y en medio de Él. Pero no lo es. Es un campo de silencio y paz absoluta. Otros atributos que podrían dársele a ese campo serían la compasión y el amor.
Este campo puede ser activado. Puede ser activado a petición.
Sólo la voluntad puede activarlo. Me refiero a la voluntad de ser consciente de él. En realidad siempre está activado, siempre lo estuvo y siempre lo estará. Hablo por tanto de la capacidad que tenemos todos los seres humanos de ser consciente de él.
Entrando en experiencia concreta, la presencia en el cuerpo y en lo que hay alrededor de él es lo que lo activa en mi caso. Siempre que quiera y decida mirarlo está ahí, siempre. Siempre está presente.
Sin embargo mi caso aquí no es relevante. Lo relevante es el tuyo. ¿Dónde se activa en ti este campo? ¿hay algo que te limite a decidir activarlo? ¿Qué tienes que perder? En realidad no hay nada ahí tampoco, donde ves tanto que perder.
¿Por qué no intentarlo? Estoy segura de que tiene algo que mostrarte.
Feliz viaje.