Cambia los blancos por los integrales.
Lo recomendable sería eliminar o reducir al máximo cierto tipo de productos derivados de las harinas. Pero si no puedes o no quieres prescindir de ellos, como pan, galletas, pasta, arroz,... procura que sean siempre integrales.
Aunque a priori contengan más cantidad de calorías y a veces de azúcares, también son más nutritivos, saciantes y ayudan al correcto funcionamiento intestinal.
Aún así, no te fíes del todo de los productos que se anuncian como "integral", pues muchos siguen usando harinas refinadas sólo que añadiéndoles cierta cantidad de harina integral. Lee bien las etiquetas y asegúrate de que realmente usan harinas integrales y que no abusan de azúcares o grasas poco sanas como la de palma.
En el arroz integral te recomendamos que lo pongas a remojo para que no te tarde tanto en cocer.
Si escoges una buena pasta integral, apenas notarás la diferencia en el sabor.
Nos leemos pronto... ¡buenas cocinillas a todos! ^_^