El cuerpo humano ha sido diseñado para estar de pie y no sentado. Al mantenernos sentados se incrementa el sedentarismo, problemas cardiovasculares, debilita el sistema inmunológico y muchos más, así como para quienes tienen tendencia a padecer diabetes.
“Estar de pie fortalece los músculos, las piernas y mejora el equilibrio, se queman más calorías que en una silla y es un gran antídoto para la formación de coágulos de sangre en las piernas”, explica Patrick J. Skerrett, editor del sitio de comunicación de la Escuela de Medicina de Harvard, en la revista Harvard Business Review.
Se aclara que ninguna cosa es buena si se hace en exceso, ni mucho de pie, ni mucho sentado.
Recuerda siempre visitar a tu médico para aclarar cualquier duda.