SAN FRANCISCO, EE.UU. – Un nuevo estudio dirigido por un investigador del sueño de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) demuestra lo que los padres y abuelos han estado diciendo durante siglos: para prevenir las enfermedades, asegúrese de dormir lo suficiente.
El grupo de investigación, que incluye investigadores de la Carnegie Mellon University y University of Pittsburgh Medical Center, encontró que las personas que duermen seis horas por noche o menos son cuatro veces más propensos a coger un resfriado cuando se exponen al virus, en comparación con los que duermen por lo menos 7 horas por noche.
Este es el primer estudio que utiliza medidas objetivas de sueño asociando los hábitos circadianos con la propensión de la enfermedad, según el doctor Aric Prather, profesora asistente de psiquiatría en la UCSF y autora principal del estudio. Los resultados subrayan la importancia que juega sueño en el mantenimiento de nuestra salud.
Según el Dr. Prather, la corta duración del sueño fue el factor más importante en la probabilidad de contraer un resfriado. “No importa la edad de los pacientes, su nivel de estrés, raza, nivel de educación, los ingresos, la presencia o ausencia de fumar. Con todos estos factores que se toman en consideración, la duración del sueño era más importante.”
El estudio fue titulado “Behaviorally assessed sleep and susceptibility to the common cold” en la edición en línea de setiembre de la Revista Científica Sleep.
El Centro de Control y Prevención de los Estados Unidos consideran la falta de sueño una epidemia de salud pública, la vinculación de la mala calidad del sueño con accidentes automovilísticos, accidentes de trabajo y los errores médicos. Según una encuesta de 2013 en los Estados Unidos, uno de cada cinco estadounidenses tienen menos de seis horas de sueño.
Los científicos han sabido por mucho tiempo que el sueño es importante para nuestra salud y la falta de sueño se asocia con enfermedades crónicas, e incluso con la muerte prematura. Estudios previos realizados por el Dr. Prather muestran que las personas que duermen menos horas están menos protegidos frente a la enfermedad, incluso después de recibir una vacuna. Otros estudios han confirmado que el sueño es uno de los factores que regulan los niveles de células T, responsables de la defensa del organismo.
El estudio en detalle
Los investigadores reclutaron a 164 voluntarios del área de Pittsburgh, entre 2007 y 2011, y les administraron el virus del resfriado común. Los pacientes se sometieron a dos meses de controles de salud, entrevistas y cuestionarios para establecer líneas de base para factores como el estrés, el temperamento, y el uso de alcohol y cigarrillos. Los investigadores también midieron los hábitos normales de sueño de los participantes una semana antes de la inoculación del virus de la gripe común.
Ellos encontraron que las personas que dormían menos de seis horas por noche la semana pasada eran 4,2 veces más propensos a enfermarse en comparación con los que dormían más de siete horas. Los que ya dormían menos de cinco horas, eran 4,5 veces más propensos de contraer la enfermedad.
Según la Fundación Nacional del Sueño en los EE.UU., el número de horas de sueño varía según la edad. Los recién nacidos requieren de 14-17 horas de sueño al día. Bebés de cuatro a once meses requieren de 12 a 15 horas de sueño por día. A medida que aumenta la edad, la necesidad de dormir disminuye. Niños de uno a 5 años necesitan dormir de 10 a 14 horas; de 6 a 13 años, la recomendación es de 9-11 horas; de 14 a 17, 8-9 horas de sueño son suficientes. Adultos 18-64 años deben dormir 7-9 horas al día, y los ancianos mayores de 64 años necesitan 7-8 horas de sueño por día.
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