Constituyendo parte del tejido o complejo dentinopulpar, la pulpa del diente se ubica en la cavidad pulpar (cámara pulpar y conductos radiculares).
Tomada en su conjunto, distinguimos dos zonas: pulpa periférica y pulpa central.
PULPA PERIFÉRICA
En contacto con la dentina, presenta tres capas:
Capa odontoblástica: aquí se ubican los odontoblastos cuyas prolongaciones constituyen los procesos odontoblásticos que se encuentran en el interior de los túbulos dentinarios. También fibras colágenas que se abren en abanico entre los odontoblastos, en forma tridimensional, y que constituyen el elemento estructural principal de la predentina. Son las fibras de von Korff, sintetizadas por los fibroblastos de la capa rica en células.
Capa de Weil u oligocelular: situada por debajo de la anterior, es pobre en células conjuntivas e inmunológicas. Posee numerosas fibras colágenas, así como fibras nerviosas que se disponen como una red (plexo nervioso de Raschkow), desde donde parten fibrillas nerviosas hacia la dentina.
Capa rica en células: inmediatamente por debajo de la capa de Weil se encuentra esta capa con numerosos fibroblastos y mesenquimatosas indiferenciadas pluripotenciales. Estas últimas poseen potencial de transformación odontoblástica.
PULPA CENTRAL:
Por dentro de la pulpa periférica, ocupando el espesor central de la pulpa cameral y radicular, encontramos un tejido pulpar rico en vasos sanguíneos y linfáticos y células inmunológicas, destacando los macrófagos pulpares. Además, encontraremos fibroblastos y fibras colágenas, dado el carácter conjuntivo de la pulpa dental, así como células mesenquimatosas indiferenciadas pluripotenciales.
FISIOLOGÍA DE LA PULPA DENTAL:
Función formativa (dentogénesis primaria y secundaria).
Función sensorial nociceptiva (dolor), pero no propioceptiva (táctil).
Función nutritiva (aporte sanguínero celular).
Función protectora frente a estímulos nocivos: mecanismos de inmunidad inespecífica y específica, así como elaboración de dentina reaccional.