No cabe duda, que la fitoterapia practicada desde tiempos antiguos ha permitido que la humanidad estabilice su salud. Las plantas medicinales han formado parte de la historia de la humanidad aún antes de los registros escritos. Y luego de milenios, constituyen la opción más saludable con la que podamos beneficiarnos actualmente.
Son muchas las dolencias, que estas nobles plantas pueden mejorar, siendo los problemas digestivos uno de los más frecuentes.
Según los CDC, unos 50 millones de estadounidenses acuden al médico anualmente a causa de enfermedades digestivas. Posiblemente, es una de las asistencias sanitarias de mayor antigüedad que conoce la humanidad. Y precisamente Cindy, una seguidora de Washington, forma parte de esa inmensa cantidad de afectados.
Ella estableció contacto conmigo a finales del otoño porque estuvo experimentando ciertas molestias, que ella identificó como acidez estomacal. Según lo compartido, Cindy me comentaba que por espacio de una semana ella y su esposo debido a ciertos compromisos familiares, se vieron obligados a encargar comida a domicilio.
Específicamente, ordenaron comida catalogada como muy sabrosa al paladar, pero finalmente resultó con alto contenido de grasas y condimentos. Cindy me explicó, que los tres primeros días no percibió molestia alguna, sin embargo, los dos últimos días sintió mucho gas y retortijones en su estómago.
Ante ello decidió tomar un antiácido, pero la molestia de fondo no cesaba. Por esta razón decidió solicitar mi asesoría profesional, básicamente ella requería que le sugiriera algunas alternativas naturales, que le permitieran estabilizar su funcionamiento digestivo.
Acidez en el estómago
El ácido estomacal es producido naturalmente para digerir y absorben los alimentos. Una forma de proteger esa fuerza del ácido es a través de las enzimas. El estómago debe tener un nivel de acidez con un pH de 1 para evitar la acidez estomacal, el reflujo ácido y las úlceras.
La acidez en el estómago funciona como un filtro. A medida que transcurren los años la acidez estomacal va disminuyendo, por eso se hace necesario ayudar al proceso digestivo, tomando una cucharadita diaria de vinagre de sidra de manzana, a fin de mantener el pH correcto en el estómago y ayudar a que los nutrientes puedan ser digeridos de una forma eficiente antes de pasar al intestino.
A fin de honrar la solicitud de Cindy, le envié información relacionada con ciertas plantas que han demostrado efectividad en el tratamiento de problemas digestivos. Le incluí básicamente sus propiedades, beneficios y las formas más comunes de consumo. Dada la importancia de esta información, decidí compartirla en mi página.
Un mal desempeño de las enzimas digestivas genera graves consecuencias
Como se mostró, nuestro sistema digestivo depende en gran medida del equilibrio de diversas sustancias producidas en él. Se sabe, que la producción de los jugos gástricos, a través de ciertas reacciones sucesivas apoyan la liberación de bilis. La producción insuficiente de bilis o fallas en su excreción, propician mayores probabilidades de formar cálculos biliares y daño hepatobiliar.
Esto a su vez impide que el páncreas se estimule adecuadamente, produciéndose insuficiente cantidad de jugos pancreáticos. Esto conlleva, que la amilasa pancreática no puede actuar debidamente sobre los carbohidratos. Incluso cuando la bilis o el jugo pancreático son insuficientes, se produce una inadecuada digestión de los lípidos.
Según los expertos, una anomalía en el eslabón inicial del proceso pondría en riesgo la digestión general. Esto puede acarrear la imposibilidad de extraer los diferentes nutrientes de los alimentos. Incluso, no podría crearse la vitamina B12 ni asimilarse adecuadamente ciertos minerales como el calcio, hierro, magnesio y zinc.
Se ha detectado, que una cantidad cada vez mayor de personas en el mundo están padeciendo estas anomalías que afecta una gran cantidad de funciones y órganos.
El Sistema Digestivo
La función digestiva se inicia desde el mismo momento en que los alimentos entran a la boca. En el estómago se predigieren los alimentos para poder pasar al intestino, para ello, debe estar acidíficado con un pH de 1.
Hábitos alimenticios irregulares, comer abundantemente, la edad y procesos emocionales negativos, inciden sobre el inadecuado funcionamiento del sistema digestivo. Una de las consecuencias más frecuentes es la producción de niveles inadecuados de ácido clorhídrico, cuando el estómago no está lo suficientemente ácido.
Como parte de la disciplina alimentaria, para contribuir con la acidez del estómago, se recomienda el consumo de una cucharada de vinagre de sidra de manzana en ayunas todos los días para evitar los bajos niveles de ácido clorhídrico. De igual forma se puede apoyar el funcionamiento del sistema digestivo, consumiendo ACID BALANCER.
Algunas de las consecuencias de los bajos niveles de ácido clorhídrico son:
Debilidad del sistema musculoesquelético
Trastornos del sistema nervioso central por déficit de vitamina B12
Trastornos nutricionales por carencia de hierro
Presencia de debilidad capilar y uñas quebradizas
Mayor propensión a gastroenteritis infecciosas
Desequilibrios cardiovasculares.
Plantas medicinales recomendadas para cuidar tu digestión
Muchas de estas plantas, posiblemente formen parte de tu huerto medicinal o bien de tu botiquín de plantas medicinales preferidas. Lo cierto es que ellas han sido empleadas a lo largo de muchos años, logrando estabilizar diversas anomalías del sistema digestivo.
1. Manzanilla
Esta planta es considerada un excelente estimulante digestivo, con capacidad favorecer el metabolismo, disminuir los procesos inflamatorios, estrés y formación de grasa corporal.
Posee ciertos compuestos bioactivos, como aceite esencial, flavonoides (apigenol, luteolol, y quercetol), cumarinas, mucílagos, principios amargos (matricina, matricarina) y sales minerales. Gracias a ellos presenta propiedades: antiinflamatorias, hipoglucémicas, antioxidantes, hipocolesterolémicas, antiespasmódicas, sedativas, eupépticas (favorece la digestión), ansiolíticas, demulcentes y antisépticas.
Se emplea frecuentemente para tratar: síndrome de colon irritable, procesos diarreicos, gastritis, acidez estomacal, inapetencia, náuseas, vómitos y mala digestión.
Para preparar la infusión solo agrega 3 cucharadas de flores frescas de manzanilla o una cucharadita de flores secas en una taza de agua filtrada hirviendo. Colocar una tapa y dejar reposar por cinco minutos. Se puede agregar si se desea, algunas hojas frescas de menta y miel orgánica.
2. Hinojo
De acuerdo al uso dado a esta planta y las evaluaciones científicas realizadas se ha observado, que es ampliamente empleada. Hasta ahora se reporta su uso en más de cuarenta diferentes trastornos de salud. Según los estudios presenta una serie de fitoquímicos valiosos, entre ellos, compuestos fenólicos y volátiles, flavonoides, ácidos grasos y aminoácidos.
Gracias a ello presenta diversas propiedades, dentro de las que destacan: cardiovasculares, antinociceptivas (reversión del dolor), antipiréticas, antiespasmódicas, antitrombóticas, antitumorales, apoptóticas, quimomoduladoras, hepatoprotectoras, hipoglucémicas, hipolipidémicas y potenciadoras de la memoria.
El anetol es el componente principal del aceite de hinojo, observándose su gran similitud química con el neurotransmisor dopamina, dado su efecto relajante sobre el músculo liso intestinal.
¿Cómo realizarlo?
Agregar una o dos cucharaditas de semillas de hinojo frescas machacadas a una taza de agua filtrada hirviendo
Colocar una tapa y dejar infundir durante uno diez minutos
Colar y beber aún tibio.
3. Menta
La menta se ha empleado por mucho tiempo en el tratamiento de las dolencias gastrointestinales. Según estudios clínicos, posee efectos positivos sobre los procesos digestivos. Entre ellos destacan: estimulación de la producción de bilis, mejora de la absorción de nutrientes, calmar espasmos gastrointestinales y evitar náuseas, gases y flatulencias.
Estos efectos se deben a sus propiedades antimicrobianas, antialérgicas, quimiopreventivas, digestivas, antitumorales, antieméticas, antidiarreicas, nefroprotectoras, neuroprotectoras y carminativas (facilita expulsión de gases). De hecho se ha comprobado, que puede impedir la contracción del músculo liso del colon, evitando los espasmos y dolores.
Y esto se debe a sus principales compuestos bioactivos, entre los que destacan, mentol, mentona, mentofuran, limoneno y pulegona.
¿Cómo realizarlo?
En una taza de agua filtrada caliente añadir unas 8 hojas frescas o una cucharadita de menta deshidratada
Colocar una tapa y dejar infundir unos siete minutos
Colar y beber aún tibio
Se puede tomar de ser necesario, hasta tres tazas al día.
4. Melisa
Tradicionalmente esta planta, se ha empleado en el tratamiento de arritmia, insuficiencia cardíaca, bronquitis, asma, amenorrea, flatulencia, úlceras y heridas. Incluso se considera muy eficaz en el tratamiento de dolores de cabeza, vértigo, cólicos, insomnio, depresión, náuseas, nerviosismo e indigestión.
La melisa fue reconocida por la Agencia Europea de Medicamentos como medicamento tradicional para el tratamiento sintomático de dolencias gastrointestinales leves, como la flatulencia e hinchazón. Posee actividad antiviral, antioxidante, antibacteriana, antifúngica, antiparasitaria, antiespasmódica, antiflatulenta, antiinflamatoria e hipotensora.
Las hojas de esta planta contienen flavonoides, compuestos polifenólicos, aldehídos, glucósidos, terpenos, taninos y aceites esenciales. Dentro de los aceites esenciales destacan: citronelal, acetato de geraniol, isogeraniol, cariofileno y óxido de cariofileno.
¿Cómo realizarlo?
Agregar dos tazas de agua filtrada en una olla mediana
Ponerla a hervir y retirarla del fuego
Agregar tres cucharaditas de hojas frescas machacadas o una cucharadita de hojas deshidratadas de melisa
Dejar infundir durante diez minutos
Colar y beber este contenido en unas tres tomas durante el día, añadiendo miel orgánica si lo deseas.
5. Jengibre
El jengibre posee cientos de años de empleo en la gastronomía y la medicina natural de diversos países. Aunque posee diversas propiedades, las más destacadas son la de antiemético y antiespasmódico. incluyendo también su utilización terapéutica. Se ha empleado de forma generalizada para el alivio de los efectos del intestino irritable, flatulencia, cólicos, mareo, náuseas y vómitos.
Sus efectos se deben a la presencia de ciertos compuestos bioactivos en el rizoma de la planta. Entre ellos destacan los shogaoles, zingibereno, zingerona y gingerol. De acuerdo a los expertos contiene también ciertos micronutrientes, que favorecen sus efectos benéficos sobre el sistema digestivo. A saber, proteínas, aminoácidos, fibras, minerales, fitosteroles y vitaminas (ácido nicotínico y vitamina A).
¿Cómo realizarlo?
Añadir a una taza de agua filtrada hirviendo dos rodajas de rizoma de jengibre de aproximadamente medio centímetro cada una
Colocar una tapa y dejarlo infundir unos diez minutos
Beber aún tibio.
6. Regaliz
De esta planta de uso ancestral, se emplean los estolones y las raíces secas. En estos órganos contienen una serie de principios activos, siendo el más prominente la glicirrina. De acuerdo a las investigaciones se ha determinado, que el regaliz posee las siguientes propiedades:
Antiinflamatorias
Antialérgico
Antibacteriano
Antiviral
Antitrichomonas ( protozoario de transmisión sexual)
Antihepatotóxico
Anticonvulsivo
Colerético (activa la producción de bilis)
Anticanceroso
Expectorante.
El regaliz puede calmar el dolor del estómago, tratar las úlceras y la acidez estomacal. Además, facilita el tránsito intestinal y mejora el proceso digestivo, impidiendo el estreñimiento.
¿Cómo realizarlo?
Verter una taza de agua filtrada en un recipiente pequeño
Añadir una cucharadita de raíz deshidratada de regaliz y llevar al fuego
Cuando comience a hervir, cocinar a fuego lento durante diez minutos
Dejar enfriar unos minutos y colar
Beber aun tibio.
Nota
No es aconsejable administrar regaliz en niños pequeños (con peso menor a quince kilogramos), mujeres embarazadas o que estén amamantando.
7. Genciana
Esta planta es originaria de zonas montañosas de Europa, Asia, Norte y Suramérica. Se ha empleado desde hace mucho tiempo para corregir problemas digestivos, pérdida del apetito, diarrea, gastritis, gases, vómitos y acidez. Existen además algunos usos populares como el control de parásitos intestinales, estados febriles, espasmos musculares y problemas de menstruación.
De acuerdo a los estudios se ha observado, que esta planta promueve la secreción de ácido clorhídrico estomacal. Además de ello, favorece la secreción de saliva y estimula el apetito.
¿Cómo realizarlo?
En una taza de agua filtrada hirviendo agregar una cucharadita de raíz de genciana
Taparla y dejarlo reposar por 10 minutos
Colar y beber.
Nota
No se recomienda a las mujeres embarazadas o en período de lactancia. Tampoco en personas que estén tomando medicamentos para la hipertensión o diabetes. Debe suspenderse su empleo tres semanas antes de una intervención quirúrgica.
8. Olmo resbaladizo
La corteza de esta planta produce una serie de polisacáridos mucilaginosos, que hace posible su elevado efecto demulcente. Los efectos emolientes de esta planta nativa de Norteamérica han sido aprovechados durante siglos. Básicamente proteger el sistema digestivo y calmar la irritación de los tejidos. De hecho se ha establecido, que su alto contenido de calcio puede producir efectos antiácidos.
¿Cómo realizarlo?
Agregar a una taza de agua filtrada hirviendo una cucharada de corteza de olmo resbaladizo en polvo.
Mezclar muy bien y beberlo preferiblemente antes de las comidas.
Algunas mujeres embarazadas al emplearlo pueden manifestar náuseas por su consistencia viscosa.
9. Ulmaria
También denominada reina de los prados, es una planta originaria de Asia y Europa. Las flores de esta planta fueron aprobadas por la Agencia Europea de Medicamentos para su empleo en medicamentos tradicionales a base de plantas.
Esto obedeció, al considerar sus efectos antirreumáticos, antipiréticos, antiulcerosos, antioxidantes, analgésicos, antimicrobianos, antiinflamatorios, gastroprotectores y estomáquicos (tonifica el estómago)
Tradicionalmente se emplea para aliviar el resfriado, gases, reflujo, diarreas moderadas, gastritis, reumatismo, gota, procesos infecciosos y úlcera gástrica.
Esta planta es rica en flavonoides, glucósidos fenólicos, taninos y aceites esenciales. Las flores poseen además altos niveles de ácidos (salicílico, cítrico y ascórbico).
¿Cómo realizarlo?
Agregar cuatro cucharaditas de flores frescas o dos de flores secas de ulmaria en una taza de agua filtrada hirviendo
Dejar que infunda por unos diez minutos
Beber aún tibio.
Nota
No emplear en personas asmáticas ni en los alérgicos a la aspirina. Tampoco administrar en mujeres embarazadas o lactando. No emplear en niños, en especial si poseen fiebre ocasionada por el síndrome de Reye.
10. Alcaravea
Los frutos de esta planta (semejante a los del anís) cuyo nombre botánico es Carum carvi han sido empleados para tratar la indigestión, estreñimiento, náuseas y neumonía en diferentes culturas. Posee efectos aperitivos, expectorantes, vermífugo, expectorante, antiespasmódico y carminativo (favorece la expulsión de gases).
Estos frutos poseen aceite esencial, ácidos grasos, proteínas, ácidos fenólicos, flavonoides (quercetina y kaempferol), terpenoides, taninos, alcaloides y carbohidratos.
Su preparación es muy sencilla, solo tienes que colocar una cucharadita de semillas de alcaravea en una taza y agregarle agua hirviendo. Tápalo por quince minutos, cuelas la infusión y la bebes. Si lo deseas puedes agregar miel orgánica.
No debe emplearse durante el embarazo y la lactancia. Debe dejar de usarse unas dos semanas antes de una operación, pues interfiere el metabolismo de la glucosa. No emplear tampoco en personas que poseen elevados niveles de hierro corporales.
Concluyendo
Nuestro sistema digestivo está conformado por diversos órganos y todos ellos deben desempeñar adecuadamente su rol. Ello incluye la secreción de diversas sustancias denominadas enzimas digestivas. Una de las más importantes, denominada gastrina, es la responsable de la producción de ácido clorhídrico.
Si la producción de esta sustancia falla se incrementan los daños por bacterias, especialmente la Helicobacter pylori. Además de ello, se producen fallas digestivas y procesos de putrefacción.
Incluso ciertos fármacos como la aspirina utilizados en exceso, pueden generar procesos ulcerativos. De hecho, bajos niveles de ácido clorhídrico influyen en la debilidad del sistema musculoesquelético, por el desequilibrio de minerales.
Incluso pueden generarse trastornos del sistema nervioso central debido al déficit que se produce de vitamina B12. Asimismo, se genera una mayor propensión a la gastroenteritis infecciosa y ciertos desequilibrios cardiovasculares.
Gracias a las investigaciones científicas, se ha logrado determinar en profundidad el efecto medicinal de ciertas plantas. La gran mayoría de ellas han sido empleadas por diversas culturas a lo largo de muchos siglos.
Ellas poseen efectos sobre el funcionamiento del sistema digestivo, incluyendo su acción sobre el adecuado desempeño de las enzimas y el ácido clorhídrico. Dentro de ellas destacan: alcaravea, olmo resbaladizo, genciana, ulmaria, regaliz, jengibre, menta, melisa, hinojo y manzanilla
A Cindy la información recibida, la cual comparto en el post, le pareció muy útil. Ella me comentó, que luego de probar algunas de las alternativas para estabilizar su sistema digestivo, percibió que el hinojo y el jengibre se adaptaron más a su gusto. De hecho, se sintió muy feliz porque logró sanar sin depender de fármacos e incluso su esposo también resultó beneficiado.
“Los frutos de alcaravea poseen efectos estimulantes, expectorantes y antiespasmódicos y se utilizan para los dolores de estómago, el estreñimiento y las náuseas. Aumenta la secreción de jugos gástricos y favorece la descarga de bilis, lo que aumenta el apetito y tiene efectos estimulantes digestivos”
Dr. Mohaddese Mahboubi
TabibDaru Pharmaceutical Company, Kashan, Irán
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Referencias:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC8481792/
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