Sin duda los cubitos han formado parte de la sazón de muchas familias acompañando distintos platos de comida, pero ¿Tienes idea de que es realmente lo que estás consumiendo? o ¿Qué efecto podría tener esto para tu salud? Pues, durante años se ha estudiado a fondo sobre esta clase de productos que son ingeridos regularmente en los hogares con el objetivo preservar la salud de las familias.
Se ha observado en más de una ocasión reacciones al consumo de este producto que van desde mareos, irregularidades en las palpitaciones del corazón, dolores de cabeza o migrañas, náuseas hasta llegar a alergias cutáneas e incluso se estudia la posible relación que estos pueden tener con la producción de células cancerígenas.
Así mismo, se ha inferido que el consumo excesivo de cubitos puede ocasionar graves daños en el organismo no solo en el tracto digestivo, sino que también puede afectar al sistema endocrino disminuya la producción de una sustancia que actúa como transmisor de los impulsos nerviosos llamada acetilcolina, esta puede ser la razón de un aumento de peso al igual de la adquisición de algunas patologías e incluso el alzhéimer.
Por otra parte, cabe destacar la alta concentración de los productos químicos que se encuentran contenidos en los cubitos puede tener un efecto negativo con relación a las funciones del hipotálamo, pudiendo esto causas un desorden entre las señales de apetito que son percibidas por nuestro organismo obligándonos a comer excesivamente y por ende a ganar peso de forma descontrolada.
¿Cómo sustituir estos productos nocivos para la salud por algo salúdale y que puedes preparar desde la comodidad de tu casa?
Puedes crear una especie de cubito sazonador casero y saludable únicamente utilizando algunas hierbas, especias, aceite de oliva o mantequilla y guardándolos en tu congelador. Al momento de cocinar simplemente necesitaras tomar una porción y añadirlo a tus platos para agregarles un sabor muy delicioso y al mismo tiempo evitando consumir productos que puedan ocasionar daños en tu organismo y ahorrándote una parte de tu dinero.
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