¿Dudas de si todo va bien al ver que eres de los pocos aún solteros?
Una de las entradas más buscadas en Google es precisamente la que da título a este artículo, así que…No eres tan peculiar como crees.
¿Quieres respuestas? Contesta a mis preguntas.
¿Conoces el tipo de relación que ahora mismo deseas?
La palabra “pareja” es muy amplia. Si realmente quieres encontrar a esa persona, la primera pregunta que debes plantearte es: “¿Qué tipo de pareja quiero para mi ahora?”.
Te aseguro que cuando alguien sabe hacia dónde va, el cómo sale solo. ¿Se te ocurriría ir de Barcelona a Madrid andando? Poder podrías, pero es infinitamente más factible ir en avión.
Puede que necesites un amigo sin derecho a roce con el que pasar juntos buenos momentos de ocio, un amante con el que compartir sexo y amor pero que su vida se desarrolle de forma independiente a la tuya, una pareja estable con la que convivir y compartir tu vida o un futurible con quién crear una familia.
¿Lo tienes claro?
Si es así, activa tu radar. Aquella persona tremendamente dinámica, seductora, con tendencia al flirteo excesivo, que te habla de sus dificultades para vincularse en la primera cita y que además, por cuestiones de trabajo, pasa medio mes en el extranjero… La verdad, no es el mejor candidato si lo que deseas es formar una familia. De la misma manera, si lo que buscas es pasión y desenfreno sin sacrificar tu individualidad, no es la mejor idea pretenderlo con alguien que desprende ternura y compromiso por los cuatro costados y que te confiesa sus inmensas ganas de emprender un proyecto en común con otra persona.
Hazlo fácil. El amor no sólo se siente, también se piensa.
¿Estás libre de cargas de todas tus historias fallidas?
Puede que tu listado de fracasos amorosos aún lo lleves a cuestas. Para encontrar pareja, una de las condiciones fundamentales para lograrlo es la apertura, es decir, la confianza de que el otro no nos dañará deliberadamente. ¡Cuidado! Esto no implica garantías.
Cuando intentas conocer a alguien, ¿Estás pensando en aquel fantasma del pasado, comparas constantemente tu nueva presa con tu anterior, concentras toda tu energía en impedir que ocurra lo que tanto te dolió, sientes un muro de hormigón entre tú y aquella persona?
Si es así, malas noticias. Por mucho que se empeñen en repetirte, un clavo nunca sirve para sacar a otro si realmente quieres que esa historia funcione. Puede que en un primer momento te sientas aliviado, pero si tu historia pasada no se ha resuelto, volcarás en la nueva parte de tus frustraciones y miedos. El resultado, Crónica de una muerte anunciada II que reforzará tus teorías sobre tu desdicha en el amor.
Siendo sincera, quizás no sea el mejor momento de buscar pareja pero sí el de cuidar de ti.
¿Necesitas a alguien para estar bien?
Necesitar a alguien implica sentir que tu vida no será plena hasta que llegue esa persona que tanto anhelas.
¿Conocéis este famoso texto?
“Nos convencemos a nosotros mismos de que la vida será mejor después de acabar la carrera, después de casarnos, después de tener aquel empleo, después de hacer ese viaje, después de adelgazar, después de tener un hijo y luego después de tener otro. Entonces nos sentimos frustrados. El trabajo no es lo suficientemente bueno, nuestro cuerpo no es lo que esperábamos, ese viaje ya ha finalizado y desearíamos otro aún más lejano. Nos convencemos de que nuestra vida será completa cuando logremos esas nuevas vacaciones, ascender de puesto y lograr esa vivienda que soñamos…”. Lo mismo ocurre en pareja:
“Cuando encuentre el amor… Dejaré de sentirme solo, me sentiré completo y más seguro, ¡Seré feliz!”
¿Te imaginas qué vendrá luego?
Nadie ha venido a este mundo con la misión de hacerte feliz. Si fuera así: ¡Menuda responsabilidad!
Tal y como muchos afirman: el amor no se busca, se encuentra.
Fuente: este post proviene de Vínculos y Relaciones, donde puedes consultar el contenido original.
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