Cómo comer saludable en la calle

Puedes comer afuera, disfrutar de tu comida (y de tu vida) y aun así alimentar tu cuerpo con alimentos que te hacen sentir mejor. Sigue leyendo para obtener una lista de trucos sobre cómo comer saludable en la calle.

Cómo comer saludable en la calle

Si te gusta comer fuera pero te preocupa que sea un poco dañino, tranquila aprende cómo comer saludable en la calle.



Haz tu investigación

Prepárate haciendo una búsqueda rápida en Google para conocer el restaurante con anticipación. Repasar el menú evitará esos momentos en los que entras en pánico y pides el pollo frito porque no sabes qué comer. También te dará la oportunidad de pensar qué comida disfrutarías más y qué te haría sentir mejor. De esta manera, eres menos susceptible a pedir papas fritas o panqueques sin pensar mientras tienes hambre sentada en el restaurante.

Si se te ha asignado la tarea de elegir el lugar para cenar (aún mejor), puedes dar un paso más y observar las prácticas de los restaurantes que está considerando. ¿De dónde obtienen sus ingredientes? ¿Son orgánicos y sostenibles? ¿Cuál es su filosofía alimentaria? Luego, reduce tus opciones en función de lo que más valore.

No llegues al restaurante con hambre

Todos hemos estado allí: llegas al restaurante hambrienta y no puedes evitar sumergirte directamente en la canasta de pan o papas fritas y salsa. Para evitar que se repita este escenario demasiado familiar, no te salte tus comidas o refrigerios típicos antes de salir a comer. En su lugar, hazte un favor y consuma comidas bien balanceadas y nutritivas de proteínas, grasas saludables, fibra y vegetales durante todo el día para mantenerse satisfecho y estabilizar su nivel de azúcar en la sangre.

No tengas miedo de hacer preguntas

No tenga miedo de preguntar (cortésmente) cómo se hace un plato, qué tan grandes son las porciones, qué tipos de aceites y otros ingredientes se cocinan, etc. Y mientras lo haces, no tengsa miedo de pregunte si puede sustituir los macarrones con queso o el puré de papas por verduras adicionales. Cuanto más conocimiento tengas, mejores -más saludables- elecciones puedes hacer por ti misma.

Consigue tus verduras

Una buena regla general es hacer siempre que las verduras sean la estrella de tu comida. Pero las mujeres más saludables saben que no deben perderse sus comidas favoritas, como pasta, tacos, pizza o hamburguesas. En cambio, piensan en agregar verduras a su comida.

Ordena una ensalada de entrada y una guarnición de brócoli para obtener algo de fibra y nutrientes. Luego, opta por el plato que más disfrutarías.

La mayoría de los restaurantes tienen una sección de ensaladas o selecciones de verduras, por lo que es fácil conseguir más verduras. Ya sea que pidas una ensalada como aperitivo, dupliques las espinacas al vapor con tu plato principal o tomes un jugo verde durante tu comida, agregarás nutrientes que se digieren mejor y harán que tu cuerpo se sienta increíble.



Pide condimentos aparte

Odio decírtelo: la mayoría de las salsas y aderezos que se sirven en los restaurantes están cargados de azúcar, sal, aditivos artificiales y otros ingredientes ocultos que pueden incluir alérgenos comunes como la soya y el gluten.

Si estás ordenando una ensalada para obtener más nutrientes buenos para ti, es probable que haya azúcar agregada o ingredientes artificiales en el aderezo con el que se sirve. La buena noticia es que pedir salsas o aderezos aparte te permite controlar la cantidad que usas. También puedes intentar pedir alternativas más saludables, como pesto, salsa, guacamole, aceite de oliva virgen extra y vinagre balsámico.

Bebe más agua

Las mujeres sanas consideran que el agua es su mejor amiga, así que lo primero es lo primero cuando te sientes a la mesa: pide un vaso alto de agua. Mantenerte hidratada durante la comida también puede ayudar a ralentizar tu alimentación. Esto te permite controlar tus señales de hambre y saciedad para evitar comer en exceso.

Si decides tener una bebida alcohólica con tu comida, adopta formas más saludables de dejarlo atrás. Beba con atención para disfrutar plenamente de la bebida. Opta por un cóctel con ingredientes más frescos en lugar de azúcares y jarabes. Y no te olvides de tu fiel vaso de agua.



Come conscientemente

Seamos realistas: con el ajetreo de la vida cotidiana, estamos inundados de distracciones. Entre los correos electrónicos del trabajo, TikTok y el último atracón de Netflix, es fácil acelerar las comidas sin siquiera una pausa. La próxima vez que salgas a cenar, asegúrate de usar todos tus sentidos para comer con intención. Observa cómo se ve tu comida (sí, comer con los ojos es algo real), su aroma, texturas, sabores y cómo te hace sentir. Te obligará a reducir la velocidad, estar presente y saborear la experiencia con tus amigos o una cita. Si le resulta difícil practicar la alimentación consciente, deja el utensilio cada pocos bocados para desarrollar una conciencia de tu comida y del momento. Confía en mí: tu digestión te lo agradecerá.

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