Muchas veces en el contexto que vivimos, encontramos a alguien que siempre nos está recordando los defectos que tenemos, quejándose por todo, chismosos, pesimistas, alguien que te tiene envidia y no quiere que avances,etc., este tipo de conducta define a una persona “tóxica”, porque lo que hacen o dicen parece como si fuera liberada una especie de toxina que afecta tu salud emocional y hasta física.
Muchas relaciones tóxicas son cercanas y mantienen grandes vínculos, por ejemplo: la pareja, alguno de los padres, familiares, noviazgo, compañeros de trabajo o estudio, amistades.
Este tipo de personas, por muy cercanas que puedan ser, te dañan, te destruyen, no te dejan avanzar. Si quieres caminar hacia niveles óptimos de satisfacción en la vida, debes aprender a negarte a ti misma, y comenzar alejarte.
Es tóxico:
Un padre que te dice “no sirves para nada”
Un compañero de trabajo que te habla mal de tus otros compañeros
Un novio que no tiene la iniciativa de llamarte o escribirte, o no aparta tiempo para pasar momentos de calidad contigo
Esa pareja que se queja de tu aspecto físico
Ese “amigo” que vive burlándose de ti
Esa amiga que sólo te busca para su beneficio
Ese marido que te maltrata verbal o físicamente
Las personas que se quejan por todo
Un jefe que te avergüenza o humilla
Esa persona que te menosprecia o descalifica
Esa pareja que hace caso omiso de tus necesidades y sentimientos
Ese alguien con pensamientos negativos o pesimistas
Cualquier persona que atente contra tu integridad emocional y físicaDebes aprender a quererte a ti misma y comenzar a tomar distancia (por más que te duela) de este tipo de personas, vuelve tu cara e invierte tu tiempo en personas que te hacen bien, sigue buscando relaciones sanas y que aporten algo positivo a tu vida (relaciones enriquecedoras).
Y si se trata de una persona tóxica de la cual no puedes salir del mismo contexto, por ejemplo: un compañero de trabajo, simplemente “no le sigas el juego”, aprende a ser firme y no ceder a su oscuridad.
"El conocimiento y el dominio de uno mismo, así como la relación justa y cariñosa con los demás, permiten acceder a una serenidad más duradera que la simple emoción pasajera." Frédéric Lenoir