Hoy estoy muy contenta, me encanta el tema de los celos entre hermanos… Matizo! No porque sea bueno que existan celos entre hermanos, sino por cómo estamos predispuestos socialmente para pensar que esto va a ocurrir.
Nos ponemos en situación, papás embarazados del segundo bebé, y después de un ENHORABUENA enorme suele llegar la frase de “a ver como lo lleva el peque”! Ale, disparador de miedos en funcionamiento!!!
Si bien no podemos negar que los celos entre hermanos pueden existir, no siempre es así. Hay multitud de ejemplos donde el hermano mayor está feliz de la llegada de un nuevo miembro, y no se siente “príncipe destronado” sino “rey de la casa”.
Por otro lado, existen otros casos en los que los celos si se muestran, y podemos actuar de dos maneras:
MODO PREVENTIVO: buscando las estrategias para que los celos nunca aparezcan.
MODO PALIATIVO: Utilizar métodos para trabajar los celos una vez han aparecido.
Como estrategias preventivas podemos tener en cuenta las siguientes:
No anticipar celos: Es decir, no hablar delante del peque de “príncipe destronado”, no anticipar situaciones que no pueda entender por edad (por ejemplo, entre los 2-3 años a los niños les cuesta compartir, entonces ante la llegada de un hermano si permanentemente nuestro discurso está relacionado con “vas a tener que compartir habitación, juguetes, espacio, tiempo, diversión”… pues probablemente la predisposición del pequeño no sea muy adecuada).
Dedicarle tiempo de calidad: Disfrutar de actividades en familia a pesar de un embarazo o de estar inmiscuido en otras actividades, ayuda a reforzar la importancia del hermano mayor y genera su espacio a solas con los adultos, como venía haciendo hasta ahora.
No comparar: Cuanto tenemos que aprender en el tema de las comparaciones, pasamos tiempo comparando muchas cosas, casi siempre con el objetivo de descubrir qué es lo mejor… pero en el caso de los hermanos, este no es el objetivo, por tanto, sin comparaciones reducimos los celos.
Establecer un entorno de seguridad: Poner normas y límites es fundamental para crear un entorno de seguridad en los más pequeños. A los adultos también nos ocurre, cuando estamos en entornos donde sabemos que se puede hacer y que no, nos sentimos más seguros. Cuando va a haber un cambio en la familia, o ya lo hay, comunicar lo que se espera de cada miembro es fundamental para prevenir celos ya que nos sentimos cómodos en el entorno y no necesitamos estar evaluando continuamente.
Mantener rutinas: Para los niños es muy importante conocer lo que “toca” en cada momento, por tanto, mantener en la medida de lo posible unas rutinas diarias, genera tranquilidad y seguridad emocional que suele ir en contra de los celos y los cambios comportamentales.
Una vez que han surgido los celos, ¿qué podemos hacer?:
Hacernos cargo de las emociones del pequeño: Cuando los celos aparecen, las emociones suelen generarse de modo desmedido. Muchas veces ignoramos o nos enfadamos por ello… cuanto más lo hagamos, más tiempo tardaremos en paliar los celos. Es necesario pararse a escuchar, comunicarse y transmitir al peque que nos cuente qué está pasando para poder ayudarle.
Comunicación ante cambio de conducta: Cuando los celos se muestran con cambios de conducta tipo no querer comer, dormir peor o volver atrás con el control de esfínteres, el castigo o las reprimendas no sirven de mucho… al final es una llamada de atención del peque para decirnos a su manera que no lo está pasando bien, porque no tiene otra forma de comunicarse. Ante una cambio de conducta, la comprensión y la indagación sobre sus sentimientos es fundamental.
No comparar: Igual que antes, las no comparaciones son vitales. Solemos decir ante un cambio de conducta como no comer cosas como “mira que bien come ….”. Es vital prestar atención a estos comentarios que no ayudan en absoluto.
Continuar con los juegos y el tiempo de calidad: Cuantos menos cambios en la dedicación al hermano mayor dediquemos, mejor se sentirá y comprenderá que la llegada de un nuevo miembro a la familia no “resta”, al contrario, es importante que perciba que “suma”.
Dedicarle un tiempo en exclusiva: De vital importancia es mantener un ratito para dedicar en exclusiva al hermano mayor. Es importante compartir, si, pero también nos gusta que estén al 100% con nosotros en algún momento…
No responsabilizarle de tareas del nuevo miembro: Es interesante hacerle partícipe de la nueva logística que hay en el hogar, pero nunca hacerle responsable de tareas relacionadas con el nuevo miembro. Aquí si es importante la ayuda, la colaboración, pero siempre dejando claro que la responsabilidad es de los adultos.
Al principio decía que me encanta este tema, porque todos somos muy diferentes y cada familia gestiona los celos de manera distinta. Quería dejar claro que la aparición de celos no es un problema en sí mismo, es simplemente un aprendizaje en la gestión de las emociones que, bien gestionados, sienta las bases para un equilibrio emocional en la vida adulta.
Feliz día!