Los argumentos son varios pero se pueden resumir en: pereza, falta de tiempo, falta de disciplina, motivación externa, miedo a lesionarse.
(Siéntete libre de comentar cuál es tu razón si no está entre las descritas, o incluso si lo está).
Mi auto práctica diaria es Ashtanga Yoga, la cual sigue la misma serie diariamente y eso la hace tremendamente desafiante para la mente. Y aunque la práctica es “la misma” siempre se siente distinta, reflejándose en tu vida, fuera de la colchoneta. Evolucionando en todos los aspectos.
Las razones que ofrezco a continuación son válidas para cualquier tipo de Yoga que quieras practicar.
¿Preparado? Tras leerlo no vas a poder encontrar excusas
Es una oportunidad de observar y escuchar a tu cuerpo de una forma más profunda.
Cuando estamos en una clase guiada nos dejamos llevar por lo que el profesor nos aconseja o dice la mayor parte de las veces, lo cual es estupendo. Sin embargo, puede generar falta de conexión con nuestro cuerpo. Olvidamos si podemos profundizar más o de si no. De si nuestro cuerpo se está quejando o podemos ir más lejos de lo que creemos. Escúchate. Sí, tu yo interior también tiene voz.
Conecta con tu ritmo y respiración.
Practicar sólo puede sorprenderte. Tal vez tu respiración es más larga y profunda, o de pronto te encuentras acelerándote y necesitas bajar el ritmo. En cualquier caso, es una oportunidad de exploración y de búsqueda del equilibrio entre cada asana y su consecuente respiración. Puedes estar más tiempo en una postura si así lo deseas.
Eso sí, no engañes a tu cuerpo…no vayas demasiado rápido. Es mejor realizar menos cantidad de posturas pero estar al menos cinco respiraciones en cada una de ellas.
Te ayuda a superar tus miedos
¿Cuántas veces has dejado de hacer una postura por miedo a hacer el ridículo, a no realizarla correctamente, a caerte o por el estrés del tiempo que dedican a esa pose que para ti requeriría mucha más dedicación?
Esta es tu práctica.
¡Haz lo que te plazca, el tiempo que te plazca!
Que te caes, pues te levantas y te ríes de tí mismo que es muy sano. Vuelve a intentarlo las veces que necesites o quieras, pero tampoco te frustres. Como siempre, si ese día esa postura no te sale no te ofusques en ella, continúa con tu práctica. Tal vez no es el día o tal vez tu cuerpo no está todavía preparado para realizarla.
Incrementa la creatividad y conocimiento de tu propio cuerpo.
Tal vez decides probar algo nuevo que nunca has probado antes. Siempre puedes recurrir a tutoriales en youtube que te pueden ayudar.
Te puedes sorprender de qué posturas que creías imposibles eres capaz de hacer y sentirte bien en ellas.
Aumenta tu flexibilidad en todos los sentidos: físico y mental
Busca el tiempo y encúentralo. No importa si un día son 20 minutos y otro es una hora. No te sientas mal por ello. Pero se lo más constante posible. Quizás prefieres practicar por las mañanas pero un día no has podido. Pues practica por la tarde. No es el fin del mundo.
Es mejor practicar menos que no practicar en absoluto.
Construye disciplina, dedicación y amor hacia uno mismo
La disciplina en estos casos no viene nada mal.
La dedicación y el amor hacia nosotros es algo de lo que carecemos a menudo con el ritmo de vida que llevamos acelerado. Siéntate, respira y dedicate tu tiempo, sólamente tuyo. No dejes que nada: trabajo, familia, amigos, obligaciones te molesten en ese tiempo para ti. Se egocéntrico por esos minutos. Serlo puede traerte capacidad de ser mejor contigo y asímismo con los demás.
¿Si no te amas a tí mismo cómo posiblemente otros pueden hacerlo?
Te hace independiente
Estamos tan acostumbrados a ir a clases guiadas a veces, que nos da una pereza increíble sólo el hecho de pensar en nuestra colchoneta. Recuerda que tú eres el único responsable de lo que ocurre en tu cuerpo y mente. ¿Por qué estar supeditado y ser dependiente de un profesor, estudio o cualquier otro factor? Libérate. Tú puedes hacerlo como cualquier otra persona.
Repítete las veces que lo necesites: Yo puedo y quiero.
Es económico
Es tan barato que no hay excusas. La única inversión que debes hacer es la compra de una colchoneta decente =).
Puedes seguir yendo a tu estudio / profesor algunas veces a la semana pero no olvides que la auto práctica no se trata sólo de ahorrar dinero sino de invertir en tu Ser, una inversión para toda la vida.
Puedes realizarlo en cualquier lugar
¿No me digas que está no es una razón excelente?
En casa, en el campo, en la playa, de vacaciones. ¡Dónde sea! Yo practico en todos lados, en sitios inimaginables, con razón que hay gente que dice que rara esta! Uno de mis sitios favoritos es el aeropuerto, donde paso muchas horas a lo largo del año y no hay mejor manera de gastarlas que en mi cuerpo y alma.
Serás más saludable, estarás en mucho mejor estado físico y equilibrado emocionalmente.
Poco que añadir, son todo hechos probados.
No evites las posturas que no te gustan, esas son probablemente las que más necesitas o tan necesarias como otras.
Por eso precisamente me gusta Ashtanga porque es una serie en la que no se deja nada de lado. Lo que te gusta más o lo que te gusta menos. Además que incluye flexiones hacia adelante, atrás, lados y equilibrio con las manos.
Recurre a videos online si quieres de vez en cuando ayudándote en esa auto práctica. Al menos el primer paso está hecho: estar en tu colchoneta “a solas”.
Un abrazo lleno de luz.
PS: siéntete libre de comentar y preguntar lo que desees.
La entrada 10 Razones para comenzar tu auto-práctica de Yoga aparece primero en Yogateca.