¡Vete a la mierda! ¡Te odio!

Sí, sí, sí, ¡vete la mierda de una vez! ¡Sal ya de mi vida! ¡Desaparece! ¡Te odio! ¡Quiero verte sufrir y sufrir! ¡Sufrir sin parar! ¡Quiero que sufras, y luego también quiero verte morir! Que sufras y que toda tu familia te vea sufrir. Que todo el mundo sepa que estás acabado. Que sepan que has tocado fondo, y que cuando ya no quede nada de ti, que nadie te quiera. ¡Te odio, te odio, te odio!

Me has hecho la vida imposible, desde el primer momento que te vi. Porque al comienzo pareciera que te importara, luego has sido un maldito salvaje que sólo me has hecho sufrir. TE ODIO. Eres la persona que más odio. ¡Te quiero ver morir! ¡Quiero que desaparezcas de mi vida y de la vida de todo el mundo!

No sé cómo me he podido dejar engañar. Con lo buena persona que soy. Yo soy una persona maravillosa que siempre te di lo mejor de mí. Y tú sólo me has regalado desprecio y más desprecio. ¡TE ODIO! ¡TE DESEO LO PEOR! ¡ERES LO PEOR DE LO PEOR! Yo no me merezco nada así, yo soy una excelente persona. No me merezco la mierda que has puesto en mi vida.

Vete a la mierda. Y si quieres saber el motivo sigue leyendo aquí…



Ahora para un momento. ¿Nunca has tenido una emoción así? No mientas, a mí no me tienes por qué mentir. ¿De verdad nunca te has sentido así? No pasa nada, es normal. Lo raro es que no pase, así que sonríe cuando veas a alguien decir que es un santo.

Si ahora no te pasa algo así, mejor, pero recuerda esto para el futuro. Si te pasa algo así ahora enfoca esa energía en algo que te aporte valor. Con cuidado, ¡es mucha energía! Tranquilo, poco a poco… mueve todo el deseo de odio hacia esa cosa/persona/gobierno a algo productivo que puedas hacer. No es pensamiento positivo, no. Es simplemente dejar de hacer el imbécil y gastar la energía en lo que te aporte valor.

Tú puedes. O al menos inténtalo.

Disfruta este video donde explico reflexiones de la vida para dejar de compararte

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Se escucha muchas veces como las personas murmuran…  “ese no sabe con quién se la está jugando”, “maldito desgraciado, se va a enterar de quién soy yo”, “aún no sabe con quién está hablando“, “lo machacaría vivo”, “me cargaría al imbécil ese”, “le voy a poner firme y se va a enterar”. El problema es que de las palabras a la guerra muchas veces ni se pasa por la mediación.

El odio es un poder enorme que malgasta un montón de energía en el mundo. Una fuerza bruta que se presenta en los humanos con la envidia, la ira, el rencor, o simplemente por ignorancia. Nos lleva a enfrentamientos y conflictos, y nos perseguirá sin parar si no sabemos ponerle límites a su hambruna. Las cosas se deben mejorar, ampliar o detallar, pero siempre sin entrar en batallas personales hacia lo que ya inició el camino. Por ejemplo alabar sólo a Carl Jung olvidando todo el trabajo que hizo su maestro Sigmund Freud es otro ejemplo de escasa gratitud.

¡Basta ya de odios y guerras! No son más que antipatías hacia cosas que uno no desea. Que algo no sea de nuestro gusto, no implica que desagrade a otras personas. Si algo he aprendido a lo largo de la vida es que el respeto es un ingrediente fundamental y necesario para luchar contra el poder del odio. Mejor respetar y así evitar las guerras.

Seamos más ecológicos, guardemos nuestras energías, y así podremos avanzar mejor por la vida. ¿Qué opinan?

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