Un regalo probable

Hacia ya cuatro días que en Valencia no dejaba de llover, y yo esperaba bajo la lluvia y para no ser dramáticos también tenía frío. Oia la voz de mi madre en mi cabeza diciéndome: abrígate bien. Y esperando que la próxima vez le hiciese caso.Pensaba yo que por mi equivocación, iba a tener que pasar dos horas mas en la calle esperando. Nunca entendí porqué mi cerebro me juega esas bromas, que encima de falta de gracia parecen tontas.  Pero creo que después de aquel día intentaré ser más cuidadosa cómo interpreto un "error". 

Siempre hemos estado en esas discusiones en donde están los que creen en el destino, y los que creen que la vida es gobernada por el azar. Y no se si tiene que ver con que para los del equipo destino, todo ha resultado bien al final o al menos ha encajado en su sitio y para los del azar su vida es totalmente caótica y/o cualquier esfuerzo por encaminarla ha sido totalmente derivado de su esfuerzo, o mejor dicho la suerte. Por lo que la vida se trataría de dar lo mejor de ti y esperar que la suerte esté de tu lado. En este mundo nada es seguro.

Para los del destino, las cosas encajan, o al menos ellos las meten a martillazos, pero al final, muy apretado o muy ancho de espacio, las piezas entran. Y es que a veces no hay mejor manera de explicarlo, cómo la suerte puede estar tan coordinada para que se den ciertos sucedos que son, inexplicables. Y es que en este mundo de milagros y de errores humanos, todo entra, el destino y la suerte. Y es que viendo las cosas como quieras verlas la realidad no deja de ser, menos o más diferente; yo estaba en el lugar correcto a la hora correcta, donde pasaba una chica con una gabardina ofreciendo un cachorro. Yo sería la persona más probable a la que le ofrecieran un perrito, a mi me pasan estas cosas... Y no sé decir que no. Llámalo lógica o "lo que tenía que ser" pero aquí estoy hoy, con un perro más y una sonrisa en la boca.