Muchas personas optan por la cirugía estética para eliminar la Papada o estirar su cuello, pero si eres como yo que le tenemos temor a un quirófano, te comento que existen algunos ejercicios simples y naturales mediante las cuales podemos reducir la papada y tonificar el cuello de una manera rápida. Pero antes que nada debemos estar bien informados de cuáles son las causas de la aparición del doble mentón y la flacidez del cuello, conocido como papada.
Esta suele aparecer por la acumulación de grasas y lípidos que se van ubicando bajo la barbilla a lo extenso de todo el cuello, lo que además de ser molesto e incómodo para la persona que la sufre, también causa problemas de inseguridad ya que su aspecto generalmente luce muy antiestético.
¿Por qué se me formo la papada?
Puede ser el desencadenante de que no estamos llevando una alimentación adecuada o que llevamos una vida sedentaria. En personas con obesidad o sobrepeso es donde más aparece la papada ¡pero bueno… ya visto el problema vamos con la solución!
Hagamos los siguientes ejercicios para tonificar el cuello y reducir la papada
Primer ejercicio
Mantén tu espalda lo más recta posible, la boca debe estar completamente cerrada mientras, que con la lengua realiza movimientos circulares en el sentido de las agujas del reloj sobre el paladar superior. Si haces esta rutina todos los días durante por lo menos tres veces al día, ejercitarás todos los músculos que te ayudarán a tonificar el cuello.
Segundo ejercicio
Siéntate sobre una silla con la espalda recta y de la manera más relajada posible. Ahora, debes pronunciar las vocales de la manera más exagerada que puedas, tratando de abrir la boca todo lo que te sea posible. Realiza este ejercicio por lo menos unas diez veces cada día, con este ejercicio estilizaras el cuello y trabajaras la parte baja de la barbilla colaborando en la reducción significativa de la papada. Eso sí debes tener constancia.
Tercer ejercicio
Recuerda y tenlo como una rutina diaria, en cuanto te levantes por las mañanas lo primero que harás es hacer una sonrisa invertida, tratando de mantener en tensión los músculos del cuello y repetir una decena de veces.
Practica estos ejercicios religiosamente y veras como tu papada comienza a desaparecer.