Un gran místico del Siglo Veinte, Vernon Howard escribe: "Es sabio buscar la inmortalidad, ya que el tiempo derrota todas las otras ambiciones."
Verdaderas joyas espirituales como estas están regados a través de los tiempos, encontrados únicamente en olvidados escritos auténticos espirituales. En la bella luz que reflejan está escondida una promesa que es tan eterna y bienvenida como nuestra necesidad de recordarla:
Dentro de cada uno de nosotros ya vive un orden mas elevado de ser, un espíritu inmortal que ni el tiempo ni las circunstancias pueden acabar
Posado en el centro de cada uno de nosotros se encuentran enterrado una especie de semilla cósmica, enterrada allí desde el principio del tiempo. Pero este regalo divino debe ser despertado ? en el curso de esta vida ? antes de que sus frutos se puedan realizar, porque tan solo él contiene lo más preciado de la vida: la victoria sobre la muerte ?una conexión consciente a una liana eterna que nunca muere. La expresión de esta siembra es inseparable de nuestra liberación del miedo a la muerte, al igual que nuestra liberación de la muerte es igual a finalmente llenar nuestras posibilidades individuales más elevadas.
El verdadero propósito de la encarnación de Cristo, o cualquier otro avatar, santo, profeta o sabio auténtico ? independientemente del lugar y momento de su nacimiento ? es un propósito singular expresado en dos fases: Primero, recordarnos nuestra herencia perdida: somos hijos e hijas de un Ser Cósmico y dentro de nosotros se encuentra la semilla de un Ser Inmortal. Y segundo, al despertarnos a esta herencia perdida, la aceptación de la responsabilidad que viene con ella; el utilizar nuestras vidas para ayudar a manifestar la voluntad del cielo en la tierra para que estos dos planos de existencia, y los seres, sean reconciliados y perfeccionados.
El orden mas elevado de amor incondicional y compasión, según evidenciado por las vidas de los santos y los sabios ? portavoces de los tiempos por venir al servir de mensajeros proclamando el cielo ? prueba la existencia de un orden mas elevad deser despertándose en ellos y aún dormido en nosotros. Como tal, la sabiduría que diseminan está diseñada a despertarnos a la conciencia cósmica celestial dentro de nosotros, de la misma manera en que el sol actúa sobre una semilla, alentándola a abrir. Todos los maestros espirituales verdaderos están de acuerdo cuando se trata de esta vital revelación es posiblemente el "secreto" espiritual mas grande de esta tierra.
Para que cualquier "flor" viva, la semilla de su origen tiene que morir. Esto es una ley; lo previo tiene que morir antes de que lo nuevo pueda prosperar y revelar su potencial latente. La mayoría de las escrituras, tanto del Oeste como el Este, afirman esta enseñanza sagrada?
?.Tenemos dentro de nosotros y nosotras una semilla sublime ricamente impregnada con posibilidades divinas; es nuestro regalo mas grande. En esa semilla yace la promesa de nuestro Ser inmortal, una ciudadanía celestial en un mundo fuera de la prisión y el dolor del pasar del tiempo. Y nuevamente ? como es cierto para todas las semillas - no importa cual sea su naturaleza ? cada uno tiene que encontrar las condiciones y los nutrientes necesarios para crecer. Una vez esto se logre, nada puede detener esta semilla a que brote y escape del caparazón que lo encierra. En ese instante renace a una nueva forma; entra al
próximo nivel de su ser, y la aventura comienza nuevamente.
Namaste...El Espiritu en Mi Saluda al Espiritu en Ti.- Katiji
Fuente: este post proviene de Blog de Victor Vazquez, donde puedes consultar el contenido original.
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