El queratoconus ha saltado a la actualidad debido a que la estrella de la NBA Stephen Curry ha reconocido recientemente que sufre esta dolencia. Consiste en una modificación progresiva de la córnea, poco a poco va perdiendo su habitual forma esférica y adopta una forma cónica e irregular debido a un problema en el colágeno del que está hecha. Como seguramente recuerdas, la córnea es la encargada de refractar la mayor parte de la luz que recibe el ojo, por lo que esta deformación acaba produciendo problemas de visión.
El primer síntoma que se percibe es la disminución de la visión unido a la sensación de que la persona afectada ve de forma borrosa. No tiene un origen 100% definido, pero se le atribuye como factor principal un carácter genético, según la Academia Americana de Oftalmología una de cada diez personas que sufren esta dolencia lo heredan de sus progenitores.
Tiene dos etapas, una inicial que dura hasta la adolescencia en la que suelen producirse pequeñas distorsiones que a menudo pasan desapercibidas. Los síntomas más habituales son visión ligeramente borrosa, mayor sensibilidad a la luz, las líneas rectas se ondulan y hay irritación en los ojos. En una segunda etapa, cuando la patología avanza, la visión borrosa aumenta y se generaliza, al mismo tiempo que se produce un aumento de la miopía y un cambio en las dioptrías del astigmatismo. El tratamiento va a depender de cada persona, así la miopía y el astigmatismo se pueden solucionar con gafas Si los problemas son mayores se pueden implantar dispositivos para reducir la curvatura producida, realizar cirugía con anillos intracorneales o incluso recurrir al trasplante de córnea.
En el caso de la estrella de la NBA Stephen Curry, jugador de los Warriors, lo ha solucionado con unas simples lentillas que le han hecho mejorar su rendimiento en los lanzamientos desde el perímetro (triples) que no ha pasado desapercibida en las estadísticas de la principal liga de baloncesto. Una vez recurrió a las lentillas, el base ha conseguido por primera vez en su carrera encadenar nueve partidos consecutivos con al menos cinco triples convertidos y una efectividad del 48,7%. Según el propio jugador declaró en The Athletic ; "empecé a usar lentillas, me había acostumbrado a entrecerrar los ojos y forzar la mirada durante mucho tiempo". Una vez más, una enfermedad hasta ahora desconocida o, al menos, poco conocida, se pone de actualidad al sufrirla una persona famosa.