Pasos gigantes de gratitud

Pasos gigantes de gratitud
Belkys Martínez Alonzo vive agradecida de como la congregación Mita fue el escalón más importante para lograr sus metas y su camino directo para servirle a los demás
Para Belkys Martínez “el hecho de ser de la iglesia, de recibir esa formación, de siempre Aaron estar pendiente de mi, de ser miembro de la banda y creer, eso despertó en mi el interés y el deseo de ser un buen ser humano, de superarme y lograr una meta”. Agustín Santiago/EL VOCERO



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Por Redaccion, EL VOCERO – 11/27/2015 4:00 am

Por: Tito Orlando Ortiz, especial para EL VOCERO
Dicen que en tiempos de pobreza la gratitud se convierte en un campo fértil que se mantiene de por vida, y es evidente que por ser agradecida, Belkys Martínez Alonzo, de 44 años, ha podido realizar lo que se ha propuesto.
El fracaso nunca fue una opción, aunque la necesidad económica siempre estuvo presente, cada vez que Belkys apuntaba un objetivo, los miembros de la congregación Mita, que la vieron crecer, se encargaban de hacer lo necesario para que ella pudiera realzar lo que deseaba.
Nació en Santiago, Republica Dominicana, su padre era agricultor, su madre ama de casa, y a temprana edad Belkys se fue a vivir con su tía, quien la llevó por primera vez a una iglesia de la Congregación Mita cuando cumplió doce años de edad.
“Desde el primer momento a mí me impactó porque me gusta la música y la iglesia tiene banda de música”, enfatizó con emoción, Belkys, al destacar que por su interés en la melodía, decidió fomar parte de la agrupación.
Ingresó a la academia de música de la Congregación Mita en la que fungió como trompetista por 14 años. En la institución también realizó poesía, pero un día al salir de clases, le impactó ver a una persona en particular que ayudaba a realizar la remodelación de una parte del templo Mita en Santiago.
“Estaban todos los trabajadores y también Aaron. Él tenía una pala haciendo liga de cemento. Para mi eso fue impactante porque yo estaba aconstumbrada a que los lideres siempre están sentados en un sitio y verlo con los trabajadores me hizo sentir un aprecio por Aaron”, dijo Belkys, detenidamente.
Aaron Vargas Seín, nació en Hatillo, Puerto Rico, es un lider religioso junto a Juanita García Peraza, quienes levantaron la primera iglesia Mita en la Isla para el 1940. Después de 1948 comenzaron la expansión de templos en Estados Unidos, Colombia, México, Venezuela, Panamá, El Salvador, Ecuador, pero el primero se ubicó en la República Dominicana.
Luego de años de servicio en la iglesia, Belkys decide estudiar medicina, pero antes de iniciar su carrera profesional, lo consultó con Aaron porque “en él nos guía, papa Dios nos habla”.
“Mi hija, no es tan facil como decirlo, pero si te gusta fájate”, esas fueron las palabras de Aaron que motivaron a que Belkys a continuar con su sueño.
La idea de ser médico surge por la necesidad de una persona curandera en su País y para Belkys, ayudar a otros “es como abonar a mis deudas con Dios”.
Mientras estudiaba, de manera gratuita ponía en practica sus conocimeintos y le haciá examenes físicos a los feligreses.
Para Belkys “el hecho de ser de la iglesia, de recibir esa formación, de siempre Aaron estar pendiente de mi, de ser miembro de la banda y creer, eso despertó en mi el interés y el deseo de ser un buen ser humano, de superarme y lograr una meta”.
Fue egresada del hospital de las fuerzas armadas de República Dominicana y cuenta que allí su preparación fue dura porque la capacitaban para ser médico militar.
En el 2000, su padre, quien fue su motivación para entrar al hospital militar, murió a los 49 años. Luego de su muerte, Belkys estuvo seis meses sin recibir paga del gobierno.
Aaron, que estaba de visita en ese momento, la mandó a buscar y le hizo saber que “siempre va a estar ahí”.
“Yo nunca olvido ese momento. Yo llegué a la iglesia en pleno servicio, yo estaba tan delgada, tan maltratada, tan herida. Yo me preguntaba ¿qué hago aquí?, ¿para dónde voy? Cuando me vio, Aaron se paró, bajó a recibirme, me abrazó como un padre abraza a un hijo y de momento, no te lo puedo explicar, me subieron al segundo piso, me buscaron ropa, me calzaron, me peinaron y me sentaron en primera fila”, dijo Belkys con los ojos llorosos y una conmoción inexplicable en su tono de voz.
Unos días después, Aaron se trajo a Belkys para Puerto Rico por dos semanas para que renovara su vida, por lo que ella regresó a Santiago como una “nueva persona”.
Tiempo después, Belkys se le acerca a Aaron, que se encontraba en la República Dominicana, para decirle que quería hacer una especialidad en patología de cervix en México.“Te digo algo delante de Dios, yo solo tenía el sueño y el deseo, en mi no habían diez pesos para el viaje”, sentenció en tono jocoso.
Como de costumbre, Aaron la apoyó y se comunicó con varios miembros de la congregación. De la nada, Belkys ya tenía el pasaje aereo, dónde vivir y ayuda económica para pasar los días en México.
“Yo nunca decía lo que me hacía falta, pero Aaron siempre lo sabía”, dijo.
Está claro que las circunstancias por las que pasó Belkys no fueron impedimento para realizar lo que anhelaba y convertirse en ginecóloga y obstetra.
Hoy día es directora médica del Centro Internacional de Cirugía Plastica Avanzada en Santo Domingo, también es miembro de la Cámara de Comercio Dominico-Francesa, es médico de la Alianza de Mujeres Extranjeras y pertenece a la cadena de médicos española Hospiten.
Su fe y su devoción fueron fieles acompañantes en el camino que le permitió ejercer una profesión para darle la mano a quienes necesitan en señal de retribución, porque para la doctora Belkys Martínez Alonzo, “la gratitud es un don y si hay algo que yo tengo que agradecer en esta vida es ser de la iglesia”.