Como sé que me tienes bastante olvidada me estoy escribiendo aquí paro recordarte que soy parte de ti y que jamás de los jamases me iré. Solo tienes que elegir sacarme de mi cueva cerebral y colocarme en tu corazón; ya el gesto de la cara le pongo yo, ¿te parece?
Oye, y una cosa. Algunas veces te he pillado usando un disfraz con mi forma. Sabes bien que esa no soy yo y que lo único que haces es manipular otros corazones negando quién eres y cuanto más te niegas, más me hundo en las profundidades de la tristeza y la desesperanza; o lo que os lo mismo: más sufres tú.
Venga, vale ya de consejos y sermones y ahora, en este momento, ¿por qué no sonreír? Sí, así, sonríe ligeramente. A que ya te encuentras mejor. Los problemas no se han ido, pero seguro que si los miras ahora, han cambiado algo, un poquito, solo un poquito.
Después de leerme, me gustaría que no me olvidaras. Sigo en tu alma esperando darte los mensajes que Dios tiene para ti.
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