El trabajo de un organizador profesional se basa principalmente en la confianza. Alguien que sin conocerme me abre la puerta de su casa para enseñarme sus armarios, su trastero o los cajones de la cocina, es alguien que deposita su confianza en mi. Por eso escuchar, entender, y respetar son tres de las habilidades que considero son imprescindibles para llegar a ser un buen profesional.
Esto, que es algo que se presupone a cualquier trabajo en el que se establezca una relación con clientes a los que se les vende un producto o servicio, tiene en el mundo de la banca unas especiales connotaciones. Yo vengo de ese mundo, gran parte de mi trayectoria laboral se ha desarrollado en el sector financiero, y si algo me han inculcado, y he aprendido, es precisamente a desarrollar estas tres capacidades.
Pero además de serlo. hay que parecerlo, y parecer sin ser es algo que no se me da bien, ese es el motivo por el que los limites de mi intimidad están marcados, tienen lineas que no voy a traspasar en aras de un pretendido éxito basado en lo que parece pero no es, o peor aun en lo que es pero no debería ser.
Por eso prefiero hacer a decir, o decir actuando y demostrando lo que de verdad soy no exponiendo mi vida hasta un punto en el que no haya retorno, o hasta que un día se vuelva contra mi.
Hace unos meses en una news que escribía a mis suscriptores hablaba de la lealtad a uno mismo y de como los libros que guardamos en nuestras estanterías hablan más de nosotros que otras muchas cosas. Pues bien mis estanterías están llenas de libros de historia, que hablan de lo que he estudiado, de lo que he aprendido, de lo que quiero transmitir a mis hijos, pero sobre todo de lo que la historia me ha enseñado. Y eso es tan importante para mi que me conduce por la vida, y me recuerda que no todo se puede compartir, que no todo vale, y que si queremos romper barreras, techos de cristal o muros empezando por nosotros mismos, merece la pena preservar la lealtad a nosotros mismos por encima de muchas cosas..Esa es la única manera que se de transmitir confianza a las personas que me abren las puertas de sus casas.
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