Pues bien, conociéndome como soy, podrán imaginar que de inmediato le solicité que me enviara algunas fotografías de las lesiones. Nada más de recibirlas, inmediatamente detecté de qué se trataba: eccema.
Enseguida comencé a explicarle, qué tipo de afección es el eccema, cuáles son los tipos que existen, vinculados mayormente a cómo se generan. Y por supuesto finalicé con algunos tratamientos naturales para luchar contra esta desagradable afección de la piel.
Recordando las cosas que hablé con ella, preparé un sencillo material. Estoy muy segura, que como siempre, servirá de mucho y será de mucha utilidad.
¿Qué son los eccemas?
Al hablar de eccema nos estamos refiriendo a un grupo de condiciones que afectan la piel, haciendo básicamente que ésta se inflame y adquiera una tonalidad rojiza, lo que produce escozor. La palabra eccema viene de una palabra griega cuyo significado puede traducirse como “hacer hervir”. Esto de alguna forma describe perfectamente la sensación que estos parches rojos e irritantes causan en la piel.
Tal vez, la experiencia más conocida o cercana que tengas de los eccemas provenga de algún bebe o niño en tu familia que haya padecido un pequeño brote en sus mejillas o barbilla. Pero la verdad es que puede aparecer en cualquier parte del cuerpo y a cualquier edad.
El eccema no es contagioso, no puede transmitirse de una persona a otra. Aunque la causa precisa que lo origina aun es desconocida, los estudios que se han llevado a cabo al respecto infieren que las personas lo desarrollan debido a una combinación de desencadenantes genéticos y ambientales, como sustancias alérgenas o irritantes.
Tipos de Eccemas
Como he mencionado al hablar de eccema, no estamos haciendo alusión a una sola afección, sino a un conjunto de condiciones. Estas pueden variar de una persona a otra y pueden presentarse de muchas maneras. Para hacernos una mejor idea, sobre lo que es y qué lo causa, es importante recordar cómo funciona la piel sana. Nuestra piel funge como una barrera muy eficaz contra las infecciones.
En condiciones normales las células de la piel se llenan de agua, que junto a la grasa y aceites de la piel ayudan a conservar la humedad, mantener la temperatura corporal y evitar que los patógenos ingresen a nuestro cuerpo. Cuando se presentan las lesiones causadas por eccema, se altera el normal funcionamiento de las células de la piel. Esto influye, alterando la producción y el balance de nutrientes de la misma, incluyendo las grasas y aceites. Provoca, que en las capas más profundas de la piel, se pierda humedad, impidiendo el normal funcionamiento de la misma.
Este desequilibrio favorece que bacterias y otros agentes irritantes penetren fácilmente. De esta forma, la piel se torna más propensa a la deshidratación, lo cual genera una serie de daños como agrietamiento, enrojecimiento e inflamación.
Los brotes de eccema, a simple vista pueden parecer similares. Pero comúnmente, los dermatólogos los clasifican en cinco tipos:
Dermatitis atópica
Es la forma mas conocida de eccema, se presenta de manera crónica y su intensidad puede ser de leve a moderada, dependiendo de la persona. Frecuentemente se da en la infancia, aunque esto no quiere decir que los adultos no puedan desarrollarla. Los síntomas más comunes son parches escamosos en la zona afectada, además de inflamación y enrojecimiento.
Es posible que a veces puedan presentarse heridas abiertas con supuración y costras causadas por rascarse. Generalmente las áreas más afectadas suelen ser manos, pies, rodillas y codos.
Dermatitis de Contacto
Se subdivide en dos tipos, irritante y alérgica. Cuando es de tipo irritante, el enrojecimiento se produce en la capa mas externa de la piel. Se produce por la exposición prolongada a ciertos compuestos. Entre ellos destacan: ácidos, solventes, herbicidas, tintes para el cabello y algunos champús o jabones. Este efecto se magnifica, si la persona es alérgica a alguno de dichos componentes químicos.
En el caso de la dermatitis de contacto alérgica, la erupción se da como una respuesta inmune a un alérgeno. Aunque es posible que no haya reacción la primera vez que se esté en contacto con uno, una vez que se desarrolla la alergia, lo mas probable es que se desencadene la reacción cada vez que se tenga contacto con el mismo. Los posibles alérgenos son bastante extensos y nuevamente esto varia de una persona a otra.
Entre los más comunes, se pueden mencionar: medicamentos de uso tópico u oral con efecto antibiótico. También se incluyen tintes para el cabello, algunas plantas, como la hiedra, ciertos ingredientes utilizados en productos de belleza y ciertos metales como el níquel, el mercurio y el cromo.
Eccema Seborreico
Al igual que la dermatitis atópica, es bastante común, causando erupciones rojas y escamosas. Además de escozor, puede venir acompañada de hinchazón o inflamación y puede formarse una costra blanca o amarillenta en su superficie. Aparece en áreas donde la piel es más aceitosa, como el caso del cuero cabelludo, orejas, cejas, parpados, axilas y genitales. Puede afectar a personas de cualquier edad, aunque es más común entre los 30 y 60 años de edad.
Dermatitis Numular
También es conocida como eccema discoide, debido a los parches enrojecidos en forma ovalada que causan en la piel. Al igual que otros casos, puede aparecer a cualquier edad y sus factores desencadenantes no son del todo conocidos. Sin embargo, se sabe que puede ser causado por distintas lesiones en la piel, producidas por fricción fuerte o quemaduras, insectos, mala circulación y alergia a ciertos medicamentos.
Eccema Varicoso
Este tipo de eccema es más frecuente en adultos mayores con varices. Básicamente, porque a edades muy avanzadas las personas se vuelven menos activas. Esto incide, en un mayor debilitamiento de las venas de las piernas. Lo que puede llevar a contraer venas varicosas y eccemas varicosos. A diferencia de otros tipos de eccemas, el desarrollo de eccema varicoso, puede desarrollarse en personas que nunca ha sufrido una dermatitis.
Tratamientos comúnmente utilizados para eccemas
Ungüentos corticosteroides tópicos
Corticosteroides sistémicos
Antibióticos tópicos: ácido fusídico
Barreras hidratantes reparadoras
Inhibidores tópicos de la calcineurina
Medicamentos antivirales
Medicamentos antifúngicos
Antihistamínicos
Fototerapia
Efectos secundarios más frecuentes producidos por tratamientos para el eccema
Por lo general, algunos de los tratamientos pueden producir los siguientes efectos:
Incremento del riesgo para contraer infecciones bacterianas, fúngicas y virales
Generación de molestias a nivel del sistema digestivo
Mayor predisposición para contraer algunos tipos de cáncer
Alteración de los niveles de tensión arterial
Afección del funcionamiento de los riñones
Desbalance de la función hepática
Vale destacar que, en casos de la presencia de eccema en grado severo, se emplean esteroides orales o inyectados. Por lo general, el uso de prednisona, es muy peligroso porque posee efecto rebote al dejar de utilizarlo. Por otra parte, el uso de esteroides sistémicos conlleva una serie de efectos secundarios, los más frecuentes son:
Disminución del grosor de la piel, generación de estrías y de acné
Caída del cabello
Incremento del peso corporal
Afección de los ojos por glaucoma o cataratas
Predisposición a padecer osteoporosis
Atrofia del crecimiento regular en niños
Desbalance del proceso normal de menstruación
Cómo tratar los eccemas de forma natural
Muchos de los tratamientos convencionales no pueden aplicarse en todos los casos debido a las limitaciones en el uso de ciertos antibióticos. Por ejemplo, no pueden ser administrados en todas las personas, pues hay que considerar la edad, también existe la limitación para ser utilizados en mujeres embarazadas y en personas alérgicas a dichos componentes.
Debido a que no pueden administrarse a cualquier edad o no pueden ser utilizados por mujeres embarazadas o personas alérgicas a sus compuestos. En el caso de los corticoesteroides pueden resultar contraproducentes para la misma enfermedad ya que son propensos a disminuir la resistencia a infecciones. Por fortuna las terapias naturales para este mal no implican ningún efecto secundario no deseado en la mayoría de los casos.
Al contrario, aumentan la capacidad de nuestro organismo a resistir enfermedades y con un tratamiento continuo proporcionan un mejor estado de salud general. Sin embargo si algún tratamiento llegará a causar ardor, escozor, enrojecimiento o irritación, informe a su médico o farmacéutico lo antes posible y detenga su uso.
1. Aceite de coco virgen
Uno de los componentes más importantes del aceite de coco, es el ácido láurico, un ácido graso saludable que también se encuentra en la leche materna. Los resultados de un ensayo clínico aleatorizado, realizado en 2014, indican que la aplicación de aceite de coco virgen en la piel durante 8 semanas puede mejorar la hidratación de la piel en niños con eczema.
De acuerdo a otro estudio, realizado en 2018, el aceite de coco también tiene propiedades antiinflamatorias y ayuda a proteger la piel. Se sabe que el aceite de coco puede calmar el escozor de la piel, reducir la irritación y disminuir el riesgo de infección.
De acuerdo a la Asociación Nacional de Eccema de Estados Unidos, el aceite de coco es un potente antibacteriano. Gracias a ello, es capaz de reducir el crecimiento de las bacterias estafilocócicas en la piel, esto disminuye enormemente la posibilidad de contraer infecciones. Esto es muy beneficioso para las personas con eccema. Básicamente, porque la piel inflamada suele agrietarse permitiendo la entrada de bacterias, virus y hongos.
La actividad antimicrobiana del ácido láurico, la monolaurina y otros derivados poseen tres mecanismos de acción. Ellos son: destrucción de la membrana celular de bacterias gram positivas y virus, interferencia en sus procesos celulares y estabilización de las membranas celulares humanas. Este conjunto de mecanismos, explica algunas de las razones por las cuales las bacterias no han podido desarrollar resistencia contra la acción de estos compuestos.
¿Cómo utilizarlo?
Aceite de coco en la tina
Aplicar cinco cucharadas de aceite de coco virgen en tu tina de baño, con agua tibia
Disfruta tu baño y relájate, en cualquier caso es importante calmar el estrés. Este aceite en el agua tibia ayuda a prevenir la aparición de nuevos los focos de irritación y a aliviar los ya existentes.
Este tratamiento puede ser realizado de forma interdiaria, en función del nivel de afección.
Aceite de coco aplicado en la piel
Para ello, solo debes humedecer una gasa de algodón en aceite de coco y colocarlo como una venda.
Mantén cubierta el área afectada, como mínimo una hora al día
Si lo realizas por lo menos dos veces al día, obtendrás resultados muy favorables sobre las molestias causadas por los síntomas del eccema.
Algunos de estos remedios son ideales para niños.
En el caso de adultos se puede aplicar directamente una delgada capa de aceite sobre las lesiones, es de rápida absorción y es hipoalergénico
2. Avena Coloidal
La avena coloidal se prepara con avena molida finamente. Un estudio sobre sus efectos demostró que posee propiedades antiirritantes, antioxidantes y antiinflamatorias. Esto posee comprobados efectos sobre la mejora de la resequedad y aspereza de la piel, ayudando a su vez a minimizar la intensidad del escozor.
¿Cómo utilizarla?
Harina de avena en la tina
En la tina con agua tibia, previo a tomar el baño añade dos tazas de harina de avena
Sumérgete en ella durante unos quince minutos
Aplica inmediatamente después del baño una crema hidratante hipoalergénica, que puede ser perfectamente aceite de coco virgen
Harina de avena y leche para la piel
En un recipiente mediano añade un cuarto de taza de leche pasteurizada fría
Agrégale dos cucharadas de harina de avena
Mezcla muy bien hasta formar una pasta
Aplícala en las zonas afectadas dejándola actuar durante quince minutos
Lava la zona afectada con un jabón neutro y aplica una crema hidratante hipoalergénica
Puedes realizar este tratamiento dos veces al día
3. Aloe
El aloe es un humectante natural. De acuerdo a las pruebas realizadas, el aloe es un excelente aliado para ayudar con los síntomas del eccema, debido a sus propiedades. Entre otras propiedades actúa como antioxidante, antimicrobiano, regenerador celular y cicatrizante.
En algunas personas, es frecuente el sangrado de las lesiones que produce el eccema, en este caso, el aloe ayuda a restaurar la piel resquebrajada, cicatrizando la herida y devolviendo poco a poco la elasticidad y tonicidad natural de la piel dañada. La mezcla de aloe con otros componentes naturales, se ha visto que potencia su efectividad.
¿Cómo utilizarlo?
Aloe y aceite de coco
En un recipiente de vidrio con tapa añade un tercio de taza de gel de aloe orgánico
Combínalo con media taza de aceite de coco y mezcla muy bien
Aplica en capa fina en las zonas afectadas
Realiza este procedimiento dos veces al día
Guarda el resto en el refrigerador
Aloe y aceite de girasol
En un recipiente pequeño añade una cucharada de gel de aloe orgánico
Añade un cuarto de cucharadita de aceite de girasol
Mezcla muy bien hasta homogenizar
Aplica en la zona afectada
Este procedimiento lo puedes realizar dos veces al día, recién al levantarte y antes de ir a la cama
Aloe y cúrcuma
En un recipiente pequeño mezcla una cucharada de gel de aloe vera y una pizca de cúrcuma
Aplica en las zonas afectadas
Déjalo actuar durante media hora
Enjuaga con agua tibia
Realiza este procedimiento una vez al día preferiblemente antes de ir a dormir
Concluyendo
Aquí se puede apreciar que introduje un nuevo ingrediente, que ha sido estudiado mucho últimamente. Se trata del aceite de girasol para uso cutáneo. Su inclusión obedece básicamente a las ceramidas.
Desde un punto de vista químico, las ceramidas son una familia de lípidos que se encuentran en el interior de nuestras células. Se ha logrado establecer, que con el paso del tiempo nuestra piel va perdiendo estas ceramidas y por lo tanto, pierde su elasticidad. Esto hace que nuestra barrera cutánea se vuelva débil.
Hago hincapié en esto, pues mi amiga cuando le mencioné de estas cosas, que ahora comparto en el post, quedó gratamente sorprendida. Ella conocía muy bien el aloe, pero no sabía que el aceite de girasol, es capaz de estimular la producción natural de ceramidas en nuestra piel.
Ella inició su tratamiento a inicios de la primavera y en este momento ya está muy estable. Siempre nos comunicamos y no deja de sorprenderme con sus ocurrencias. Ella optó por utilizar el tratamiento de aloe con aceite de girasol y aloe con aceite de coco. Las fotografías que me envía me han alegrado mucho, luce ya sus hermosas y renovadas piernas.
Como siempre insisto, es esencial procurar siempre buscar las salidas naturales a los procesos de salud agobiantes. Siempre hay una supermedicina escondida tras apariencias de gel, de aceite o de harina. Suena tan cotidiano y tan del día a día, que a veces no creemos que los tesoros están frente a nuestros ojos, en nuestras manos y guardados en la despensa de nuestro hogar.
“Somos un poco como los girasoles, que buscan el sol en la juventud y luego retiran la cara hacia la sombra y quedan inmóviles sobreviviendo de la energía acumulada”
David Trueba
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Referencias:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/27213821
https://www.dermveda.com/articles/oil-massage-for-eczema
https://www.medicalnewstoday.com/articles/14417.php
https://www.medicalnewstoday.com/articles/323154.php
https://www.medicalnewstoday.com/articles/323507.php
https://nationaleczema.org/eczema/
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4773205/
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24320105
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2225411014000078
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2225411017300871
https://www.webmd.com/skin-problems-and-treatments/eczema/treatment-16/treatments-for-you
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