El reno navideño de Muy Mucho que alegra nuestra entrada
Estos días ando como una tonta canturreando de aquí para allá. Como una loca enamorada que, sin necesidad de ser correspondida, fantasea con el momento de coincidir accidentalmente con su enamorado y cruzar las miradas, o algo así. Que se alimenta de ese sentimiento de inquietud ilusionada que crean las mariposas en el estómago. Que piensa en las musarañas, a la que se le escapan los suspiros mientras mira al vacío.
No es revivir el amor en la adolescencia, no es que llega la Navidad. Sólo es que después de 3 meses buscando curro alguien al que quiero y admiro me ha descubierto que trabajar para lo que me hace feliz por mi cuenta podría ser una manera seria de ganarme la vida. Que quizás lo que estoy buscando es en realidad lo ya he empezado a hacer, sólo que hay que profesionalizarlo un poquitín más.
Pensaréis que menuda visionaria estoy hecha. Que cómo no me había dado cuenta antes. Pues ya veis...Pero es que parece que esta España la tiene tomada con los autónomos y que por tendencia natural la mejor solución es la de trabajar por cuenta ajena. Tanta mofa en campañas de publicidad y spots de coña se han metido tan dentro que parece que es mejor no ponerse por cuenta propia a menos que a uno no le quede otra.
Bueno, pues resulta que ha llegado alguien que me ha tumbado algunos malos mitos contándome que para ella no hay mejor manera de trabajar. Que ha encontrado el equilibrio, disfrutando a tope de su trabajo, compatibilizando su vida laboral con la familiar, escogiendo lo que de verdad quiere hacer y dejando de lado lo que no. Que aunque hay que buscarse la vida, que todo es un poco lío al principio, que muchas veces acuesta al niño y se poner a currar, sobre todo es feliz haciendo lo que hace y que no concibe trabajar de otra manera.
Estoy segura de que no soy la primera a la que esto le sucede. Quizás alguno de vosotros haya pasado por un proceso similar y pueda contarme su experiencia para que pueda valorarlo desde otros puntos de vista...
¿Alguien que me anime o que me desencante?
Estar ante la idea de que algo, que empezó como un tonteo para sacarme unas perrillas, pueda convertirse en mi medio es una descarga de buen rollo por todo el cuerpo. Me ilusiona tanto el planteármelo en serio que me vuelvo ligera y parece que vuelo.
Ya os contaré si finalmente despego o me estrello ;)
Gracias por leerme.
La valoración media de 0 presonas es:
No valorada
Volar por mi cuenta
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
Esta información nunca debe sustituir a la opinión de un médico. Ante cualquier duda, consulta con profesionales.