- Sí
Con los ojos abiertos como platos seguía a su abuela hasta la cuadra.
Se llamaba así porque antiguamente guardaban allí a los animales que llevaban al campo para trabajar.
En esa habitación, donde también se guardaba la leña, había una especie de lavaderos de piedra. Allí se lavaban los platos y también la ropa.
Allí estaban los trozos de jabón....
Con la cara iluminada la niña le decía a su abuela:
- Abuela, puedo lavar?
La abuela cogía algún trapo de cocina y se lo daba.
-Claro
Y es que era irresistible no tocarlos y olerlos, pero sobre todo meterlos en el agua y ver como se convertían en una espuma cremosa que parecía seda al contacto con la piel.
Desde entonces supe que quería hacer jabón.
A veces no tengo suficiente tiempo o incluso estoy cansada si he tenido un día de trabajo tenso como para ponerme a hacer jabón, pero intento sacar un ratito para hacerlo.
Lo que si tengo claro es que me gusta muchísimo y que aunque ya hace casi 10 años que empecé con esto, siempre hay algo que aprender o mejorar.
Así que si algo te apasiona, no lo dejes pasar. No importa si no sabes por donde empezar, busca, lee, aprende, saca tiempo y.......
Simplemente HAZLO.
HAZLO porque si algo te apasiona, le pondrás ganas y energía pero sobre todo le pondrás corazón y las cosas que se hacen con el corazón nunca pueden salir mal.
HAZLO porque un día te preguntarás por qué no lo hiciste y sentirás una presión en el pecho por no haberlo hecho.
HAZLO porque dedicarle tiempo a esas cosas que te llenan es lo que hace tu vida mejor.
Así que HAZLO YA, porque la vida es corta y además se acaba.