al final Freud tenìa razon, hay mucho màs a nuestra mente que lo que vemos, porque no es quienes somos, sino una ínfima parte.....nuestro potencial en forma de almacenaje y procesamiento, un mecanismo al que doy vida, una biblioteca y un reperoductorde toda la informacion que existe dentro de nosotros.
Para mì, el cerebro y nuestro cuerpo con como un robot prefabricado, en donde esta incluida indirectamente la ideologìa y valores de la sociedad, . y què valores existen en nuestra sociedad, què valores se nos inclulcan desde que nacemos?
"Mientras más dinero mejor"
"El éxito es bueno"
"El bueno es el que ayuda"
"Haz lo que a ti te gustaría que te hicieran"
"Tienes que tener la razón"
"Cuéntale a todos tu versión de las cosas para que opinen inigualable que tú"
"Aquí, todos tenemos que pensar igual"
"Las ideas son importantes"
Y ya sea que creamos o no estas afirmaciones, de alguna manera las hemos visto plasmadas en nuestro mundo, e inconscientemente tenemos ciertos valores: dinero, poder y aceptciòn so
cial
Todas a su vez tienen una visión muy lineal, y asumen, que todos los seres humanos pensamos lo mismo y somos exactamente iguales.
Toda la mierda que vive en el inconsciente, que no podemos negar porque se refleja en el mundo en el que nos rodea, debe ser traído a la consciencia, pero emerge el gran problema, como emerger algo a la consciencia que no se sabe que existe, que está ahí, en el fondo, justamente porque no se quiere ver, pues tenemos dos opciones: esto es como las cañerías, o nos sentamos, meditamos, observamos y contemplamos, y vamos drenando poco a poco o se nos acumula y acumula hasta que un día se desborda el retrete, y eso es lo que generalmente me pasa a mi, situaciones conocidas, emociones sobrebordantes, tienden a encontrar su camino de regreso a mi, porque prefiero no ver, porque prefiero no enfrentarme a lo que creo que me destruye, cuando en realidad la destrucción viene de no saber, el cancer es lo que ignoramos, lo que tememos, lo que evitamos.
Nuestra decadencia está en nuestra ignorancia, porque preferimos repetir mil veces las ideas que ya viven dentro de nuestra mente que dejar una nueva entrar, porque Dios no quiera que perdamos una poca de la ignorancia que poseemos, y a eso nos aferramos, a la nada, nuestro Dios es el miedo y nuestro destino, el mismo.