Si esto es cierto ¿por qué lo que hacen los demás tiene el poder de hacer de mì lo que quieren? o en el mejor de los casos ¿cómo se prohíbe la entrada?
Estas son algunas de las maneras en que nos hacemos infringidores o perpetradores de nuestro sufrimiento:
* Creemos que lo merecemos. Lo que nos pasa, es respuesta inmediata de lo que creemos merecer, de lo que pedimos inconscientemente, de un mensaje subliminal que mandamos sin daros cuenta, formados por nuestros miedos, prejuicios (toda la parte que no reconocemos de nosotros mismos), esto es lo que llamamos suerte, pero en realidad es destino. Hay ideas que tenemos que simplemente tenemos que mejorar porque impiden que llegue algo mejor, ya que segùn la mente, el òrgano màs poderoso que tenemos: no existe. La imaginaciòn es la antesala de la realidad.
* No queremos ver. La vida tiene formas muy claras de hablarnos y gritarnos a la cara lo que necesitamos hacer para salir de ese sufrimiento. Incluso la mente es tan hàbil que nos dice aquello que esta segmentando de sì mismo y necesita volver a unirse: Està en lo que reclamas a los demás, convirtamos los espejos en puertas con salida. Miremos con profundidad, nada pasa aislado de otro eveto, o "sòlo porquè si".
* Nos vendemos una idea falsa de la felicidad. Creemos que podemos echarle tierra algo y hacerlo desparecer, y que si hacemos como si no lo vemos, no existe. Decimos que no creemos en la magia pero de alguna manera creemos que si lo ignoramos el suficiente tiempo, va a dejar de ser tan molesto como es. La verdadera felicidad està en decirnos la verdad a la cara y darnos el poder real de decidir què hacer al respecto. Tenemos intuición, y el absoluto poder para ver la verdad y la realidad tal cual es.
*Nos distraemos. Le echamos la culpa a los demàs, sin màs, sin ver la parte que nos involucra a nosotros, y sin la cual, no hay nada que podemos hacer. El problema de esto es que es mucho màs fàcil ver el error de los otros, ya que resulta tan obvio, y menos doloroso, pero tremendamente inefectivo. La vida que tenemos es nuestra y de nadie màs, no podemos ser salvados ni cambiar sin voluntad ni reconocimiento.
No podemos cambiar lo que nos està sucediendo en este mismo momento, ya que no somos libres de elegir las consecuencias de lo que hemos echo con anterioridad, pero somos altamente responsables y libres de elegir cómo reaccionar frente a las consecuencias, y romper para siempre, la falta de consciencia que nos unió a ellas.
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